MESA 1: Ecos animales en la literatura clásica
Edward Bush Malabehar, (Universidad Nacional
Autónoma de México) “Ovidio y las enseñanzas del perico”
La poesía de Ovidio
reviste ciertas características desde lo epistolar hasta lo épico. En lo que
atañe de modo particular a una de las obras de mayor importancia, esto es,
Amores, los temas no se reducen sólo a una cuestión erótico-amorosa, pues el
poeta de Sulmona versó sobre un asunto que se vincula con los animales: el
perico y su capacidad de imitar. En la ponencia, se expondrá cómo la imitación
del animal presenta una analogía con la imitación de los seres humanos.
Tania Alarcón Rodríguez, (Universidad Nacional
Autónoma de México) “La presencia de animales en los Flórida de
Apuleyo”
Lucio Apuleyo
nació en Madaura a mediados del siglo II de n.e., se le considera uno de los
últimos escritores clásicos latinos. Entre sus obras se encuentra los Flórida,
compendio de veintitrés textos fragmentarios, aun cuando algunos parecen
completos; son ejemplos de los discursos demostrativos e itinerantes de la
época y los asuntos que tratan son diversos y siempre están vinculados a la
retórica o a la filosofía. En la mayoría de estos fragmentos se encuentra
alguna descripción de imágenes o de escenas. El propósito de esta ponencia es
presentar aquellos que se refieren a animales: el águila (II), el oso (III),
elefantes y serpientes (VI), el papagayo (XII), y aves (XIII y XVII) y hacer un
análisis de la manera en que Apuleyo los utiliza como un recurso estilístico
para comparar, ejemplificar con el hombre, como en el caso del papagayo y las
aves, o causar admiración entre su auditorio en el caso del oso y los elefantes
y serpientes.
Amaury Mendoza
Toro, (Universidad Nacional Autónoma de México), “Animales en disputa: el
léxico latino de la injuria en la fábula animalística de Fedro”
La fábula esópica es uno de los géneros literarios que
presenta una mayor trayectoria y recepción a lo largo de la historia, tanto en
oriente como en occidente. Si bien la primera colección fabulística que nos ha
llegado es latina, la realizada por Fedro en el siglo I d. C., es posible
encontrar, de manera aislada, este tipo de narraciones ya en la obra de
escritores de la Grecia Arcaica, como Hesiodo o Arquíloco, por hablar solamente
de su transmisión en Occidente.
Las colecciones
antiguas de Fedro, Babrio, Aviano y las Fábulas Anónimas contienen relatos con
temáticas y estructuras narrativas bastante diversas, como enigmas, chistes,
cuentecillos eróticos, mitos, etc. No obstante, mayoritariamente se presentan
fábulas protagonizadas por animales -lo cual dio lugar a nuestra concepción
moderna del género-: sólo en la colección de Fedro hay 78 fábulas
protagonizadas por animales de las 122 conservadas, y en la de Aviano, 29 de
las 42 que conforman su obra.
Debido a que el mundo de la fábula generalmente está caracterizado
a partir del conflicto de sus protagonistas, donde quien se empeña en obrar de
una manera contraria a su fuerza o su naturaleza sufre algún tipo de
consecuencia, es completamente esperado que el desarrollo de las mismas se
presente a través de un agon o disputa, ya sea física o verbal (el león, por
ejemplo, suele abusar de su fuerza en detrimento de los débiles). Por ello el
propósito del siguiente trabajo es analizar el papel preponderante del campo
léxico del daño y el perjuicio - iniuria, crimen, contumelia, malum, fraus,
damnum, nex, etc.- en la fábula animalística de Fedro, y observar la manera en
que dichos vocablos tienen una relación consustancial con el papel que
desempeñan los distintos animales en estos relatos, sobre todo en la figura del
león, la zorra, el lobo y la oveja.
Mariana Pablo Norman (UNAM / UAM), "Los animales
como agentes de la magia en antiguos papiros griegos"
A lo largo de la historia antigua, la magia ha
pretendido por medio de ensalmos y acciones rituales, conocer y obtener aquello
que por medios naturales le está negado al ser humano convencional. Se erige
entonces la figura del mago. Así la magia −a través de su ejecutor− es
entendida como una unidad de palabras y acciones compuestas por elementos
diferenciados que persiguen un fin mágico. Los elementos esenciales que
componen la práctica mágica son: el logos, los amuletos y talismanes, el
sacrificio y la libación. Tradicionalmente los animales suelen estar
relacionados a la acción ritual del sacrificio, sin embargo ejecutan funciones
mucho más complejas. En esta ponencia propongo el análisis de siete papiros
griegos sustraídos del libro Textos de magia en papiros griegos en los que los
animales fungen como agentes de la magia en tres facetas diferenciadas: la primera
de ellas (P.VII. 42 y XII. 4) estudia al animal –gato, vaca, buitre, toro,
escarabajo, halcón, cangrejo, perro, lobo, serpiente, caballo, quimera, cabra,
etc.− como agente de las divinidades. La segunda (P I. 4; IV, XI), estudia al
animal –gato, gallo, asno y perro− como agente de los símbolos nictomorfos
vinculados a la práctica mágica. La tercera estudia (P.III.7; XX. 20)
al animal −serpiente, puercoespín, cinocéfalo, lagarto, león y
tamarisco− como simbolismo de elementos simpatéticos en los procesos mágicos.
Lorelí González Blancas, (Universidad Nacional Autónoma de México), “El cambio en el simbolismo del ciervo desde
la Antigüedad hasta la emblemática del Siglo de Oro”
El ciervo es un animal que aparece
constantemente en la literatura y el folclor. Desde la Antigüedad ha
representado a las fuerzas naturales, a dioses de diversas mitologías y al
equivalente de éstos en la religión cristiana. Su simbolismo, por consiguiente,
ha cambiado dependiendo del contexto histórico, cultural y religioso en el que
este animal se ha insertado.
La figura del ciervo contiene un despliegue
de simbolismos diversos, desde sus orígenes culturales paganos, pasando por la
cristianización de éstos en los bestiarios medievales, luego durante la
coexistencia de ambas tradiciones—la pagana y la cristiana—, periodo en el que
confluyen todos estos significados, y finalmente con una función adoctrinante
en los emblemas del Siglo de Oro.
La presente ponencia expone el simbolismo
del ciervo desde sus primeras manifestaciones en la tradición clásica y
diversas culturas pertenecientes a la Edad Antigua, luego en la Edad Media,
hasta llegar al emblema aurisecular. Estos cambios en el significado del simbolismo
del ciervo se evidencian a través de testimonios literarios pertenecientes a
cada época—como los bestiarios y romances—, ejemplos de tipo folclórico y
cultural expuestos en obras y artículos que tratan este simbolismo y mediante
la definición de algunos emblemistas del Siglo de Oro.
MESA 2: Animales
infernales y otras bestias
del Medioevo
Clemente Aurelio Sánchez Rodríguez (Universidad Nacional
Autónoma de México), “Los animales fieros en el Infierno de los
enamorados del Marqués de Santillana”
Durante la Edad Media la representación pictórica de la
entrada del Infierno fue comúnmente ilustrada como una boca de un animal
salvaje que tragaba con fiereza y agresividad a los condenados que recién
llegaban a este espacio de condena. El principal objetivo de esto era provocar
pánico en los espectadores que veían tales ilustraciones.
En
el ámbito de la literatura, a inicios del siglo XV, el Marqués de Santillana
escribió un poema titulado el Infierno de los enamorados, cuya temática era
condenar las pasiones amorosas. En tal texto destaca la presencia de un grupo
denominado “animales fieros” y mismo que está conformado por leones,
serpientes, tigres y dragones. Algunas de las características que comparten
estos animales son las de ser depredadores y, en efecto, salvajes. El objetivo
de este trabajo es el de analizar la función poética de tal grupo dentro del
Infierno de los enamorados de Santillana y, a su vez, reflexionar sobre hasta
qué punto tal conjunto zoológico del poema puede relacionarse con las bocas de
los infiernos medievales que tuvieron una importante representación durante la
Edad Media para asimilar la devoración que sufrían los pecadores.
Penélope Marcela Fernández Izaguirre (Universidad
Nacional Autónoma de México), “El oso y el dragón: La representación
animalizada del Infierno en dos relatos del Espéculo de los legos”
En el imaginario que provee la literatura hispánica
medieval, animales como el Oso y el Dragón conservan en su ensamble simbólico
el conocimiento que el hombre de aquélla época tiene sobre su destino en el más
allá, ya que son imaginados como el acceso al Infierno e incluso devoran el
cuerpo de los pecadores hacia su interior. En este tenor, en el Capítulo IX,
“De los Apostatas” y el Capítulo XVIII “Del sacerdote concubinario e de su
conpannera” del Espéculo de los legos; presentan historias en las que, mediante
el mecanismo del exemplum, se realzan negativamente las características físicas
y conductuales de los animales (maravillosos o no) para moralizar a la sociedad
y, por ende, controlarla. Así, a partir del clímax del encuentro entre dos
mundos, el de los vivos y el de los muertos, estos relatos decodifican la clave
moralizante: el arrepentimiento es condición muy importante para la salvación,
a pesar de la intervención de las bestias que intentan atrapar a las almas para
ingresarlas al Infierno.
Gerardo Román Altamirano Meza (Universidad Nacional
Autónoma de México), “La transformación de hombre en lobo en algunas
narraciones medievales: los casos de la Saga
los Volsungos y los lais franceses ‘Bisclaveret’ y ‘Melión’”
La transformación de
humanos en animales es uno de los motivos folklóricos que Thompson, en su
conocido Motive Index, agrupa en la clasificación B, “Animal motifs”. Como se
señala en este documento, desde los albores de la humanidad, la transformación
de un humano en animal debe ser considerada como uno de los elementos
narrativos más ancestrales en la historia ficcional de nuestra especie. Entre
ellos, es decir entre esos elementos narrativos, un lugar especial lo ocupa la
trasformación de un hombre en lobo. En esta comunicación mi objetivo es
analizar tres narraciones medievales: dos provenientes de la cuentística
medieval francesa (los lais “Bisclaveret” y “Melión”) y uno de la tradición
germana, contenido en la Saga de los vonlusngos. Mi objetivo al comparar estas
tres narraciones es evidenciar los submotivos que pueden aparecer en éstas y
otros relatos relacionados con la tradición del motivo “la transformación del
hombre en lobo”. Para ello, dividiré la ponencia en tres apartados: a) el
hombre lobo en la tradición clásica, b) la presentación de las obras medievales
antes dichas c) análisis comparativo de los motivos que integran estos relatos.
MESA 3: Animales novohispanos
Marcos Cortés Guadarrama (Universidad Veracruzana,
Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), "El escorpión y
el alacrán: historia de un veneno y su motivo poético”
Mediante una revisión histórica por distintos
textos, desde la Edad Antigua grecolatina, pasando por la Edad Media, hasta
llegar al Virreinato de la Nueva España, la presente ponencia intenta hacer una
historia literaria de estos artrópodos arácnidos que han fascinado al hombre,
entre otras cosas, por el temor a su veneno. A diferencia de las abejas , que
han encarnado un símbolo positivo cuando éstas se encuentran con el héroe
(santos y filósofos, entre otros casos), el escorpión y el alacrán siempre han
simbolizado un aspecto sumamente negativo en la literatura religiosa y laica. E
incluso esta poética de lo negativo también se ve reflejada en la ciencia arcaica,
concretamente, en la literatura médica novohispana, en la cual puede leerse una
representación propia de la categoría textual de lo maravilloso en los
distintos remedios caseros y fantasiosos para intentar curar la picadura de
este insecto.
Con esta ponencia se intentará destacar, por una
parte, la sutil y bella poética de lo negativo y, por otra, la representación
de la naturaleza agreste e indomable y su aparente sometimiento por el arte de
la medicina antigua; representación que linda con otros intereses de estudio,
como el mestizaje cultural originado tras la conquista americana en el siglo
XVI y desarrollado durante el XVII y XVIII
Tania Jiménez Macedo (Universidad Nacional
Autónoma de México), “Devotos de cuatro patas: los bueyes en los milagros del beato
Sebastián de Aparicio, según Fray Agustín de Vetancurt”
El
relato de milagro es un microgénero de larga tradición en la literatura
religiosa cristiana, que tiene sus orígenes en la Biblia misma. A Nueva España
llegó con los primeros conquistadores, y desde entonces consiguió arraigarse en
la preferencia de autores y público lector. Suele mantener una estructura
simple y constante, con pocas variantes: un devoto se halla en una situación de
peligro o de difícil solución y solicita la ayuda divina por algún
intermediario celestial (Santa María, un santo, un ángel o Cristo mismo), quien
presta oportuno socorro a quien lo invoca. El creyente y el intercesor
son los actantes principales, y frecuentemente pueden sumarse un agente del daño, que es el que pone la
integridad del devoto en riesgo, y un auxiliar,
que posibilita que el apoyo celestial llegue al necesitado.
El siglo XVII fue la época de auge del microgénero, y una de sus
peculiaridades más notorias en este periodo fue la participación constante de
animales como actantes en la narración. A veces desempeñaban la función de agentes del daño, cuando, por ejemplo,
un caballo arrastraba a su jinete o algún toro embestía a un distraído
espectador en pleno coso; a veces, como auxiliares
de la piedad o la justicia de Dios, cuando un perro lograba frenar un caballo y
salvar así la vida del jinete, o cuando un hato de cerdos impedía escapar a una
ladrona de la Virgen. Pero también llegaban a actuar como los creyentes más fieles, y para muestra me
propongo analizar los milagros del beato Sebastián de Aparicio –contenidos en
el Menologio franciscano de Agustín
de Vetancurt (1697)– donde intervienen sus bueyes, cuya obediencia y
mansedumbre se resaltan como virtudes del buen cristiano. En el simbolismo
religioso que destaca de las acciones de los cuadrúpedos se percibe una mezcla
de elementos cristianos y paganos que revisaré en esta oportunidad.
Nancy
Fabiola Méndez López (Universidad Autónoma Metropolitana), “Manatí: mito y
reinvención en la literatura novohispana”
La representación del manatí y los relatos que se
generaron a partir de dicho animal en las crónicas de viaje son un espejo de la
visión que se proyectaba sobre América desde los ojos europeos, en diversos
niveles de interpretación. El ideario medieval que relataba historias sobre
sirenas ─mujeres hermosas, símbolos de lujuria y portadoras de mensajes de
muerte─ reaparece por medio de este mamífero siglos después, en las nuevas
tierras localizadas por los peninsulares. La historia y la literatura se
conjugaron a partir de este momento con mitos que trataban desde invenciones,
imaginaciones, adaptaciones y comparaciones con el imaginario del viejo mundo.
Estas consideraciones quedaron plasmadas en la iconografía, xilografías,
grabados y en recopilaciones escritas en prosa sobre la historia natural del
nuevo mundo. Es mi intención hacer un recorrido por el nuevo imaginario del
manatí que permita aproximarnos al prodigio americano visto desde un mundo
peninsular desconocido. Quizá los rastros de este mito y la nostalgia sobre el
primer acercamiento entre dos culturas quedaron implícitos en la historia de
este pez-mujer que sigue encantando al hombre con su inteligencia y capacidad
de adaptación.
Xochiquetzalli Cruz Martínez (Universidad
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), “El huitzilli
(colobrí) resucitado: una reelaboración de la muerte y el amor en algunas
culturas originarias”
Es ya bien conocido que la significación de los animales
en los pueblos originarios (mexica y maya) de Mesoamérica es, fue y será un referente simbólico
importante, en tanto que interviene en la construcción del imaginario porque,
por ejemplo, fija rituales, estadios ontológicos (cosmogonía, magia) etc., que
dan forma y sentido a la visión del mundo. Por tanto, ya
que las obras
literarias novohispanas (crónicas,
códices) son “documentos privilegiados de
la historia del
imaginario” (Le Goff,
1211) será objetivo
de esta comunicación indagar,
con base en la teoría de los indicios y la microhistoria de Carlos Ginzburg, la
posible significación literaria de un animal: el colibrí, presente en dos obras del siglo XVI: la Historia
General de las Cosas de la Nueva España de Fray Bernardino de Sahagún y el Chilam Balam de Chulayel y en otra del siglo XVIII el Rabinal
Achí para con ello dar una
interpretación literaria plausible, basándonos en la zooliteratura, de este
animal como símbolo erótico y de resurrección , y constatar con ello que el uso
del animal es un puente ideológico que nos acercará a la visión de mundo del
mundo maya y mexica.
MESA 4:
Misticismo, especismo y literatura
Georgina Mejía Amador (Universidad Nacional Autónoma de México), "La grulla y la polilla: danzas
de origen chamánico en la poesía mística islámica "
En
esta ponencia propongo comparar la danza y la poesía de dos vertientes sufís
(Mevlevíes y Alevíes) que simbolizan la transformación del alma por medio de la
polilla y la grulla. Para poetas como Rumí, Avicena, Ibn ‘Arabi, al-Hallay y
‘Attar, la polilla se consume en el fuego, de la misma manera en que el alma
sufí arde de amor por Dios y anhela fundirse con Él, mientras que la grulla
simboliza el alma que asciende durante su auto-conocimiento. Pero no es posible
comprender cabalmente esta experiencia mística y poética sin la danza, por lo
que un segundo objetivo de este trabajo consiste en analizar aquellos elementos
de origen chamánico en “La danza de la grulla” y “La danza de la polilla”, que
han nutrido el imaginario poético sufí, mediante la comparación de estos
animales como metáforas del alma. Llevaré a cabo este estudio a la luz de la
semiótica de Kristeva y Peirce, dado que en la culminación de la búsqueda
mística del sufí se anula el signo: cuando el hombre se reconoce en Dios, deja
de existir un Objeto separado del Sujeto; es un retorno al momento previo a la
escisión ontológica del hombre, equiparable al concepto de lo semiótico en
Kristeva. Sin embargo, es necesario traducir esta experiencia visionaria, por
lo que transitar de lo indecible al lenguaje poético y dancístico,
metaforizando dicha experiencia en la grulla y la polilla, equivaldría al
proceso significante en el que lo semiótico deriva en un discurso dancístico,
musical y corporal propio de lo simbólico en Kristeva. Es decir, el danzante
sufí, semejante a la grulla y a la polilla, es la metáfora icónica (Peirce) del
proceso de la purificación de su alma.
Lidia Alejandra Vásquez Velazco, (Universidad Nacional Autónoma de México), “Animalia textual: De la
literatura a la industria de la moda”
El siguiente proyecto retoma la concepción
de literatura como expresión de una ideología. La hipótesis de lectura es asumir
que la literatura expresa cómo nos relacionamos con los animales. Por esa
razón, se debe revisar cómo una obra es recibida e interpretada, en este caso
por la industria de moda. Algunos diseñadores, inspirados en la literatura,
usan la piel de animales para sus prendas, mientras que otros apuestan a una
moda sin crueldad. El objetivo
principal de esta ponencia es dar cuenta de cómo una obra literaria impacta el
mundo de la moda, la cual promueve o justifica su postura. Por medio del
análisis de la recepción de dos obras literarias en la industria de la moda:
Los juegos del hambre y Al este del sol y al oeste de la luna. Se demostrará que la literatura no sólo es
fuente de inspiración, sino también la politización de un conflicto, en este
caso de la explotación y abuso de los animales.
Gracias al traslado de la imagen de los animales de la literatura a la
industria de la moda, se puede deducir una ecuación: literatura + animales +
ideología= moda. Con dicha ecuación es posible deducir el estatus de los animales
en las producciones artísticas, las cuales, o
perpetúan en las masas de consumo una ideología premoderna de
explotación, o bien anuncian ya un nuevo de tipo de ideología que fundamente la
relación entre los humanos y los animales.
Antonio Puente Méndez, (Universidad Nacional
Autónoma de México), “Vivisección, ecofeminismo y derechos animales en “The
Fox on the Line” de Emma Donoghue”
En el cuento “The Fox on the Line” incluido
en su colección The Woman Who Gave Birth
to Rabbits (2002), la autora irlandesa Emma Donoghue ficcionaliza el
intento de dos mujeres que a finales del siglo XIX intentaron prohibir la
vivisección (la disección de animales cuando siguen vivos con finalidades
científicas) en Inglaterra. A través del establecimiento de una voz narrativa
que hace énfasis en cómo las sociedades patriarcales utilizan un lenguaje que
animaliza a las mujeres para marginalizarlas, el cuento muestra los vínculos
que existen entre el feminismo y la ecología (y específicamente en el trato
hacia los animales).
El
propósito de esta ponencia es analizar la forma en que la voz narrativa
reflexiona sobre la opresión de las mujeres y cómo esta se vincula con la
dominación de la naturaleza en la cultura androcéntrica que se representa en el
cuento por medio de una práctica común para la ciencia que sigue vigente hasta
nuestros días: la vivisección. Para esto, haré un análisis ecofeminista del
cuento de Donoghue para resaltar los vínculos que existen entre la lucha por
los derechos de las mujeres y la defensa de los animales, ya que hay
paralelismos entre el lenguaje sexista y el lenguaje especista que ha permeado
la ciencia, la historia y, por supuesto, la literatura.
MESA 5: Animales y Derecho
Grecia Sofía Munive García (Universidad
Nacional Autónoma de México), “Los animales en el Digesto de
Justiniano”
Desde la antigüedad, la presencia de los animales en la literatura ha
estado presente en todas las civilizaciones, incluyendo la romana.
La antigua Roma es la cuna del derecho occidental y ha legado a la
humanidad diversos textos jurídicos que son sumamente valiosos para la
posteridad. En estos textos, al igual que en la literatura en general, podemos
vislumbrar la referencia a los animales.
A través de este trabajo pretendo mostrar la importancia del tema de los
animales en una de las cinco partes que conforman, Corpus Iuris Civilis, es
decir, en el Digesto.
En la gran compilación del Derecho Romano, realizada por orden del
emperador Justiniano y publicada el 16 de diciembre del año 533, la presencia
de los animales es clara. En esta obra, la cual es una de las obras jurídicas
más importantes de la antigüedad, se puede apreciar la forma en la que los
romanos clasificaban a los animales y el valor o importancia de ciertos tipos
de animales en la vida cotidiana de los romanos; encontramos desde los animales
pertenecientes al ganado hasta las fieras que se utilizaban en diversos
espectáculos para asesinar a los delincuentes que habían infringido la ley.
El derecho, en su origen más remoto, se basó en las costumbres del
hombre, en su vida diaria, y los animales eran parte de la vida de éste; por lo
anterior, en la legislación, en este caso en el Digesto, podemos constatar que
los animales fueron parte fundamental de la vida de los romanos desde la época
arcaica hasta la época del emperador Justiniano.
Oscar Hernández Santiago (Universidad Nacional Autónoma
de México), “Los animales en los procesos judiciales”
El derecho penal moderno no
otorga a los animales el estatus jurídico de personas, es decir, titulares de
derechos subjetivos, por lo cual no pueden comparecer ante la jurisdicción
criminal como acusadores o acusados. Sin embargo, durante la Edad Media y la
temprana Modernidad hubo varios casos en los que los animales “comparecieron”
como acusados ante las autoridades seculares y eclesiásticas. Si bien es cierto
estos litigios tenían solamente un valor simbólico para aplacar la animosidad
de los súbditos, también es verdad que pueden aportarnos una visión diferente
sobre la justicia del Antiguo Régimen.
Así, el objetivo de la presente
ponencia consistirá en exponer dos casos (Francia y España) en los que fueron
juzgados un puerco y unas langostas. Finalmente concluiremos con un interesante
(y casi inédito) caso del que conocieron autoridades de la Nueva España en el
siglo XVII para juzgar a unos gusanos. Con ello pretendemos mostrar cómo la
categoría de sujeto jurídico en el Antiguo Régimen obedecía a una antropología
jurídica mucho más flexible que la originada en la modernidad.
MESA 6: Animales y Edad Media
Carlos Gerardo Hernández Paulino (UAMI), “Las funciones de los animales en el Caballero çifar”
Es bien sabido que
se denominan libros de caballería al género literario en prosa que cuentalas
hazañas y hechos maravillosos de caballeros andantes y, conforme al lugar donde
fueronescritos, pueden contener elementos fantásticos reflejados en lugares,
artefactos y, sobretodo, en animales. En este tenor, analizaré algunos
episodios importantes donde aparecenlas bestias en el Libro del caballero
Zifar. Por ejemplo, el caballo, animal
que, por un lado,caracteriza a Zifar, a decir de Campbell (El héroe de las mil
caras) como “el mejor homnedel mundo” y que, al mismo tiempo, funciona como
marca de maldición, ya que al décimodía cualquier equino perteneciente al
caballero fallece a consecuencia de los vicios de unantepasado; la leona como
función de separación ya que se aleja a Garfín, hijo mayor delZifar, de su familia y la función de presagió que
desempeña este felino al anticipar elcambio de estado de la familia de Zifar;
el asno, como comparación de las característicasfísicas y mentales del Ribaldo;
sólo por mencionar algunos animales que aparecen la obra.Con lo
anterior pretendo resaltar
tres núcleos funcionales
importantes:
caracterización,detonante de la acción y función didáctica (donde se
busca transmitir las características quedebe tener un buen cristiano). Para
lograr este cometido rastrearé la significación simbólicade dichos animales,
posteriormente lo anclaré a la acción narrativa del Zifar, para concluircon una
interpretación plausible de por qué estos animales conforman la actitud moral
yliteraria de esta obra. Es por ello que utilizaré la información de los
bestiarios medievales, así como otrasobras, el Libro de Alexandre, por ejemplo.
La clasificación de motivos de Todorov, el índicede Aarne y Thompson, además de
lo propuesto por Marta Haro, María Jesús Lacarra, entreotros, en lo que se
refiere al cuento.
Mariel Aldonza Palma Villaverde (Universidad Nacional
Autónoma de México), “El texto como tejido: La repercusión del mito de
Aracné en La Celestina”
La estructura de La Celestina es un modelo único, porque
es un texto que teje todos sus elementos, unos con otros, de manera
estratégica: todo lo que los personajes dicen tiene una consecuencia en sus
destinos, y una repercusión, a la vez, en el destino de los otros.
La idea del tejido y el texto
como símiles –y la palabra como acción tejedora de una vida– nació en la
Antigüedad Clásica y se continuó y desarrolló hasta el Renacimiento.
El engaño, su advertencia, y
los consejos sobre cómo sortearlo, son una constante en literatura medieval,
que parte de la tradición clásica. Entonces, para la presente comunicación, se
trabajará la idea de Celestina como “araña” que hila y construye la trama,
partiendo del mito de Aracné.
Hacia mis conclusiones,
puntualizaré por qué, bajo el planteamiento anterior, Celestina fracasa como
“hilandera” del texto, ya que, como la desdichada Aracné, la vieja alcahueta
también termina por condenarse a sí misma debido a su propio tejido
lingüístico.
José Luis Franco
Tizcareño (Universidad Nacional Autónoma de México), "Hacia una
aproximación filosófica sobre fingir y mentir como expresiones del saber: La
gulpeja en el Libro de los gatos”
En la baja Edad Media uno de los motivos por el que las colecciones de
exempla se adentraron como vehículos de enseñanza moral, fue el concepto de
saber. El mismo don Juan Manuel en el Libro infinido, explica que: “…la mejor
cosa que omne puede aver es el saber”. La literatura sapiencial no sólo fue
lección literaria sino también filosófica y retórica. En este breve trabajo, la intención es
aproximarse desde la significación de la filosofía medieval, a dos conceptos:
saber fingir y saber mentir. La finalidad es ofrecer un comentario que contemple
estas actitudes en el “Enxemplo de la gulpeja”, del Libro de los gatos. El marco filosófico principal se ampara en
estudiar el aspecto y el temperamento animal, sobre todo en lo referente a lo
que es fingir o simular que consiste en aparentar ser otra cosa distinta de lo
que en verdad se es, de un modo bastante peculiar y así aparentar tener una
moral sin tacha; y mentir que sucede cuando se tiene una cosa en el corazón y
se expresa otra distinta con palabras u otros signos. Por eso, se dice que el
mentiroso tiene corazón doble y doble pensamiento: uno, porque sabe lo que es
verdad y calla, y otro, cuando lo que dice es falso. El caso por analizar es
cuando la gulpeja, en un breve exemplum del texto mencionado, finge estar
muerta para cazar a otros animales y devorarlos. El punto es demostrar que
algunos animales no sólo imitan conductas humanas sino que pueden ser
humanizados a través de la narrativa.
Andrea
Flores García (UAMI), "Entre hilos, pinceles
y piedras preciosas: la creación de los animales en los libros de caballerías
"
La presencia de la
fauna en los libros de caballerías presenta distintas vertientes para su
estudio, pues no sólo aparecen maravillosas criaturas en batallas en cuevas,
castillos y lagos, sino también fungen como criaturas de compañía, medios de
transporte y guardianes de tesoros. Sin embargo, una aparición frecuente, y
poco estudiada, aparece en la indumentaria de los personajes caballeresco, pues
están bordados en los trajes de gala, pintados en las armaduras e incrustados
en la joyería de las damas. Esta forma de representarlos es un nuevo
acercamiento a estos libros, pues presentan una forma de transmitir mensajes
secretos sobre el amor, el linaje y la fama de quienes los portan.
El interés de esta
propuesta es analizar cómo los autores recrearon el simbolismo de algunos
animales en sus obras para conocer la función que se otorga a cada animal en
las prendas caballerescas, por lo que se hará referencia a varios libros de
caballerías y se destacará su importancia en justas, bailes y combates
MESA 7: Animales, mito y tradición oral
Alejandra Camacho Ruán (El Colegio de San Luis), "Apuntes sobre la función
de los animales en leyendas procedentes de la tradición oral actual"
La literatura de tradición oral es una literatura viva,
que circula y camina de generación en generación por lo que ubicar en una época
específica los textos procedentes de la memoria y transmitidos oralmente es con
la premisa de que forman parte de un devenir histórico, del ciclo de la
tradición que llega hasta la actualidad. Tomando como base un corpus de
leyendas recopilado en Michoacán y San Luis Potosí que tienen como
protagonistas a entidades femeninas, brujas, a el diablo así como las víboras
cuidadoras de tesoros; busco presentar una revisión general de las asociaciones
de dichos personajes con animales de diferentes especies, mamíferos, aves,
reptiles. Ya sea que el diablo tome forma de burro o de perro, que las
entidades femeninas tengan pies de gallina o pesuñas, o la relación que desde
antaño existe entre las serpientes y los tesoros, los animales forman parte de
la narrativa tradicional de México; develar algunas de las funciones de dichos
animales dentro de las leyendas y en el contexto donde se enuncia sería parte
del objetivo general del trabajo.
Marlon Martínez Vela, (El Colegio de San Luis), “El
ratón espía en la tradición mexicana”
De los ratones ordinarios
decía, que cuando alguno estaba amancebado en alguna casa lo saben los Ratones,
y luego van y ahugeran los chilhuites, esteras y vassos, en que comen, ó beben;
y esta es la señal; y á esto llaman Tlaçulli. Y cuando á la mujer casada los
Ratones ahugeravan las nahuas, entendía el marido, que su mujer le hazia
adulterio, y si ahugeravan la manta, entendía la mujer lo mismo del marido. Jacinto de la Serna, Pedro de
Ponce y fray Pedro de Feria
Se sabe que el ratón es un
personaje entrometido, tiene una eterna lucha con el gato, tiene vínculos con
lo religioso y lo mágico, es considerado destructor, además se le asocia con
los ladrones. El objetivo de este texto
es realizar un estudio comparativo, diacrónico del animal en relatos de la
tradición oral hispánica y que se pueden rastrear en la Nueva España. Se toma
como base el estudio exhaustivo de José Manuel Pedrosa, La historia secreta del
Ratón Pérez en territorio ibérico. La presente ponencia se centrará sobre todo en
literatura de tradición oral: refranes como “Ratón que no sabe más que un
horado, presto es cazado”; lírica infantil como El piojo y la pulga o La muñeca
fea; también puede citarse la canción popular “El ratón” de Cheo Feliciano; el
personaje que nos interese aparece de igual forma en el cuento tradicional El
espejo mágico. Esto me permitirá hacer una revisión del papel que juegan los
roedores en la tradición y que se refleja en la literatura oral y “culta”.
Gloria Libertad Juárez San Juan (Secretaría de
Educación Pública), “Cucurrucucú... no llores: el motivo de la paloma en la
canción mexicana”
Manuel Olivares (Universidad Veracruzana), “La
Tlanchana, sirena prehispánica”
Me interesa abordar la relación
existente entre la leyenda prehispánica de la Tlanchana (de la tradición oral
de la zona comprendida en lo que alguna vez fue la zona lacustre de Lerma, en
el Estado de México), un ser mitológico de carácter acuático, cuya fisionomía
se componía de una bella mujer con cola de una serpiente y la imagen mitológica
de la sirena de origen europeo criatura a la que se asimila la Tlanchana por
parte del hombre occidental que conoce la leyenda y la adapta a sus referentes
culturales.
Para este propósito es
necesario, en primer momento, presentar la leyenda y los atributos de este ser,
sus cualidades fantásticas y características físicas para apreciar el vínculo
que se crea a partir de las similitudes entre esta leyenda de origen
prehispánico y el referente cultural del europeo centrado en la sirena, una
criatura muy presente en el imaginario colectivo occidental desde la tradición
literaria griega.
Esta asimilación de la
Tlanchana con la sirena muestra un proceso de aculturación y mezcla de ideas y
conceptos tanto de imaginario prehispánico como el del hombre occidental.
Además es precisamente la imagen de una sirena la que se ha impuesto y
persistido como representación plástica de la leyenda en artesanías de barro
que muestran ese referente.
Mayra Borbón, (UAMI), “El mito yaqui Ume Surem y
el génesis de los animales”
El mito yaqui Ume surem o Los sures narra el
origen del pueblo yaqui y el surgimiento de los animales que hoy habitan sus
vastos territorios: el venado, la tortuga, el coyote, el jabalí, el conejo, las
garzas de los canales, entre otros. Este mito se centra en explicar que los yaquis
descienden de unos seres llamados “sures” que habitaron el Valle del Yaqui
desde tiempos inmemorables y que fueron testigos de la llegada de los
evangelizadores jesuitas a Sonora. En ese momento un palo parlante les anuncia
a “los sures” que su mundo está punto de cambiar porque llegarán unos “curas” a
bautizarlos. Los sures que aceptan el bautismo se convierten en hombres yaquis
y quienes la rechazan se transforman en animales. La comunicación analiza la
versión del mito que aparece en la compilación de narraciones orales Jiak nopko
etéjoim/Pláticas en lengua yaqui (Universidad de Sonora, 1998) además de los
cuentos: “La zorra que engaña a los hombres”, “El oso que se convierte en
persona”, “La coyota que se convierte en mujer” y “El zorrillo que se convierte
en hombre”, textos en donde los animales toman la forma humana para darle una
lección moral a los yaquis.
El mito de los sures también busca legitimar la
pertenencia del territorio yaqui. Desde la Conquista, la nación yaqui ha sido
despojada de su propiedad comunal y del agua de su río para construir presas.
Estas narraciones orales indígenas evidencian la tensión de un pueblo que se
encuentra en medio del cambio y de la tradición.
MESA 8: Animales poéticos
María
Luisa Castro Rodríguez (Universidad Nacional Autónoma de México), “Ruiseñor,
ruégote, por cortesía, que me digas… Las aves corteses que hablan en la poesía
castellana del siglo XV”
Las aves, como es bien sabido, son un elemento esencial para
la construcción del espacio amoroso, el locus
amoenus; su canto acompaña siempre a los amantes, ya sea para endulzar el
momento del encuentro, acompañar durante la espera o contrastar con la tristeza
que experimenta el desdichado de amores. Ya Margit Frenk en su discurso de
entrada a la Academia Mexicana de la Lengua habló de las aves, su canto e,
incluso, sus voces; Mariana Masera ha estudiado también a las aves en la
tradición popular; por otra parte, Pampín Barral ha analizado la presencia del
ruiseñor en la poesía cortesana de cancionero; sin embargo, las aves no sólo
aparecen y cantan, y no sólo hablan en la lírica popular, sino que también
teorizan y reflexionan sobre el amor en la poesía cortesana del siglo XV, son
interlocutoras de los amantes pero también consejeras reflexivas e, incluso,
amantes mismos que dialogan independientemente del poeta quien las observa. El
ruiseñor y el gallo son las aves que se asocian más directamente con el amor en
el siglo XV y serán quienes dialoguen, ya como enamorados, ya como mensajeros
de amor.
En este trabajo se propone analizar el habla de estas aves
cortesanas que reflexionan sobre el amor, tomando como punto de partida cinco
poemas —cuatro que aparecen en el Cancionero de Baena y uno del Cancionero
Geneal— y que, aléjandose de los tópicos de la lírica tradicional, se
construyen como transmisoras del amor cortés, construyendo, con su presencia,
no sólo el espacio del locus amoenus, sino la reflexión en torno al sentimiento
amoroso. El objetivo es analizar la presencia de estas aves tradicionales en un
contexto diferente: el cortesano; y otro tipo de poesía: la lírica culta
castellana del siglo XV.
Eduardo Molina Fernández (Universidad Autónoma de Tlaxcala), “El
unicornio en la poesía quevediana ”
En este trabajo se analizan las fuentes y el
sentido de algunas de las composiciones poéticas donde Quevedo utiliza el
motivo literario del unicornio. Se revisan algunos poemas donde existen breves
menciones al animal, en lo que podría confundirse como meras lexicalizaciones
del mismo, sin embargo y a partir de la revisión del conjunto de casos, se
podrá observar una consistencia semántica en el uso del tópico. En el estudio,
de entre los poemas 36, 641 y 716 (según la numeración de Blecua) sobresale el
número 700, que figura como el último de los cuatro romances de un pequeño
bestiario difundido en el Cancionero Antequerano entre 1627 y 1628. “El
unicornio” aparece, a su vez, junto con otros poemas dedicados al Basilisco, al
ave Fénix y al Pelícano, lo que también nos da cuenta del proyecto editorial
del que formaron parte. Para el análisis se emprende la revisión de los
antecedentes literarios hispánicos que dotaron inicialmente al unicornio de un
sentido y uso con carácter religioso y moral hasta llegar a su utilización como
materia literaria de corte burlesco. Así, una vez instalado el motivo
fantástico en la poesía de burlas veremos al unicornio como un medio para
vehiculizar varios objetivos específicos en la poesía de Quevedo, entre ellos:
confrontar el estilo culto y de compleja sintaxis de otros autores; también
servirá para construir elaborados conceptos que se valen de frases
tradicionales de registro oral y en verso de arte menor. Sin embargo y sobre todo, le servirá al autor
como un recurso para satirizar contra los maridos cornudos. De esta forma, los
versos serán elaboraciones que aprovechan las distintas fuentes literarias en
las que ya se asociaban diversas virtudes al unicornio, con la distinción de
que esta vez la propuesta estará configurada para funcionar como una sátira
contra estereotipos típicamente quevedianos.
Lázaro Tello Pedró (Universidad
Autónoma de la Ciudad de México), “El perro en la poesía española ”
Como el texto de Salvador
Novo, Las aves en la poesía española, o la antología de El toro en la
poesía española, decidí juntar una pequeña colección de poemas sobre el
perro. Al reunirlo me di cuenta que había motivos que podían irse agrupando,
así que escribí un texto que se llama “El perro en la poesía española”. En él
desgloso la relación del perro con el sol, con los cereales, con la noche y con
la muerte, con el lobo, con la vejez y con la pureza; las referencias oscilan
desde una cancioncilla del siglo xvii hasta un poema de Alfonso Reyes o Manuel
José Othón. No existe un orden cronológico sino el hilo conductor son las
relaciones ya mencionadas. Cito a Sebastián de Covarrubias, el “Romance del Rey
don Pedro”, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Federico García Lorca,
Eliseo Diego, Alejandra Pizarnik, Francisco Segovia, Roberto Juarroz, Juan
Carlos Mestre, Antonio Gamoneda.
Libertad L. Estrada Rubio (Universidad
Nacional Autónoma de México), “Lepidópteros de finales del siglo xix, o sobre las
mariposas en el modernismo "
Resumen: La atmósfera del fin de siècle, que de acuerdo
con la crítica corresponde aproximadamente al último cuarto del siglo XIX y la
primera década del XX, se caracterizó, a grandes rasgos, por la insatisfacción
y el tedio del artista que debía vivir en un entorno materialista, cientificista
e intransigente dominado por una burguesía frívola e ignorante que no apreciaba
el valor trascendental del arte. Esta convulsa y ecléctica época vio nacer
diversos movimientos artísticos, que al relacionarse pluridisciplinariamente,
mostraron en sus creaciones el temple espiritual de su tiempo; tal fue el caso
del modernismo literario y del art nouveau o modernismo estético. En este
contexto se desarrollaron varias composiciones literarias y plásticas cuyo
centro de atención fueron los insectos alados, como las mariposas. En el
presente trabajo, me propongo mostrar cuál fue el simbolismo que algunos poetas
modernistas hispanoamericanos otorgaron a estos lepidópteros de hermosas alas,
y cómo este aspecto metafísico encontrado en la literatura también aparece de
algún modo en los objetos art nouveau que he elegido como ilustración de mi
lectura. El corpus literario que analizaré está conformado por “Mariposas” de
Manuel Gutiérrez Nájera (1887), “Crisálidas” y “Mariposas” (1891-1896) de José
Asunción Silva, “Mariposa negra” de Manuel Machado (1902), “Sonatina” (1895) y
“Divina Psiquis” (1905) de Rubén Darío. Dentro del conjunto de imágenes que
ilustrará esta comunicación destacan broches, peinetas, espejos, floreros,
jarrones, mobiliario doméstico, ropa femenina y anuncios comerciales.
Como se apreciará en el siguiente escrito, los trazos
curvos, etéreos e irisados de las mariposas no sólo ornamentaron el modernismo
literario y artístico, sino que alegorizaron la tesitura anímica con que los
seres sensibles hicieron frente a la vida en un panorama cultural y espiritual
compartido.
MESA 9: Animales y literatura contemporánea
Nayeli de la Cruz de la Rosa (Universidad Nacional
Autónoma de México), “De roedores, pasiones e ideas: la narrativa de Efrén
Hernández”
La
narrativa de Efrén Hernández está compuesta por 14 cuentos y dos novelas, de
ellos dada la relevancia que adquiere la figura del ratón sólo nos enfocaremos
en revisar sus funciones y connotaciones en el cuento “Santa Teresa” y la
novela La paloma, el sótano y la torre del escritor mexicano. Interesa destacar
cómo dicha figura cumple con diversos cometidos; en primera instancia, el ratón
con base en un proceso de configuración metafórica se resignifica para revertir
sus valores clásicos, cuya finalidad estriba en describir, a partir de un plano
ético, al hombre. Esto es, las acciones del ser humano se explican bajo las
coordenadas del arriba y el abajo, las cuales si bien son comprendidas bajo las
significaciones de bien y mal, sin embargo, en esta obra subvierten tales
valores de los que subyace la relación hombre-roedor, ésta resulta indisoluble
en la prosa del autor. En segundo lugar, la configuración del roedor tras
erigirse un recuso que rompe con las formas más tradicionales es una clara
muestra de cómo Hernández produce su obra a la luz de las propuestas de
vanguardia. Así pues, dicha configuración hará factible conocer cuál fue su
importancia en la narrativa de la época. Veremos, finalmente, cómo la figura
del ratón, bajo un proceso gradual, supera su condición ordinaria hasta
erigirse un ser complejo, un símbolo privilegiado de la narrativa de Efrén
Hernández.
Leticia
Mejía Pérez (Universidad Nacional Autónoma de México), "La figura del
animal y su función literaria en tres cuentos fantásticos "
Pareciera que el hecho de saber que la zooliteratura
tiene una gran historia que la respalda y una multiplicidad de ejemplos que
nombrar no da cabida a encontrar nuevos elementos narrativos en la literatura
contemporánea. Los cambios físicos, culturales, sociales y económicos obligan a
los escritores a renovarse, a introducir efectos que despierten al lector y se
acoplen a los diferentes modos de vida. A pesar de esos cambios, los
sentimientos humanos (el amor, el odio, la envidia, el miedo, la tristeza,
entre otros) permanecen, sólo se agrandan o disminuyen de acuerdo a las
circunstancias que rodean al hombre. Los cuentos que se analizan en este
trabajo (“Conejos blancos” de Leonora Carrington, “Carta a una señorita de
París” de Julio Cortázar y “Pantera en Jazz” de Carlos Fuentes) trastocan
varios de estos sentimientos, gracias al manejo preciso del lenguaje de sus
autores. Aquí, el animal tiene una
función literaria dentro del texto, toda vez que los autores usan su figura
como herramienta para dar el toque fantástico al hecho real que se dispara
hacia lo inverosímil. Hago esta referencia, porque en los animales se canaliza
la frustración de los personajes de los relatos: lo fantástico aparece con la
muerte, la enfermedad y la soledad. No es necesaria la irrupción por un
fenómeno extrasensorial o llamativo, tampoco hacen falta las explicaciones. La
realidad del relato no se transforma, se transforman las emociones de los
protagonistas y del lector. Cada autor, desde su trinchera proyecta un mismo
tema: los miedos y pasiones del hombre. Como técnica narrativa, en las tres
obras narrativas el animal es un símbolo de aislamiento, que se fortalece al
momento de usarlo como un estereotipo de las costumbres humanas (el orden, la
rutina, la individualidad). Ese símbolo es una sombra del hombre, una sombra en
la que trasciende lo fantástico.
Alejandro Romero
Ramírez (Universidad Nacional Autónoma de México), "El
Bestiario: cinco pulsiones de Arreola"
En
alguna ocasión el maestro Juan José Arreola dijo –definiendo el sentido literal
de la oralidad– que “las palabras bien acomodadas crean nuevas obligaciones y
producen una significación mayor que la que tienen aisladamente”. De esta
manera, es en la oralidad juglaresca donde Arreola fusiona lo literario con lo
fabuloso y lo cotidiano con lo cosmológico aprovechándose de sus lectores que
construyen en su imaginario íntimo las creaciones más asombrosas que los
bestiarios no habían ofrecido hasta entonces sólo con palabras.
¿Por
qué Arreola no agregó imágenes a sus escritos, por qué nos privó de las
representaciones pictóricas que los bestiarios medievales ya consignaban?
Arreola viaja a la inversa, las bestias ya son fantásticas en sí mismas sólo
hace falta descubrirlas. La prosa de Arreola con su sintaxis clara y rigurosa
logra la distribución armónica de las partes que conforman la natura fantástica
de sus textos. El Bestiario está escrito con un léxico que no recurre ni a lo
popular ni a lo rebuscado; plasma una prosa con un ritmo quasi poético y
polifónico.
Nos muestra esa parte que
compartimos con los animales: el ajolote (simillima mulieribus) semejante a las
mujeres, padece también el ciclo lunar; el bisonte resulta un modelo de vigor
perdido; la hiena destaca esa parte deleznable y repugnante de la humanidad; la
foca es lasciva, voluptuosa y sexual. Arreola adopta los tecnicismos de la
biología moderna dándoles una connotación literaria.
En los textos que conforman el
Bestiario opera una red temática compuesta por los siguientes elementos:
metamorfosis, mecanicismo, ironía, erotismo y femeneidad que nos permite
ligarlos
y establecer con mayor claridad las relaciones intertextuales.
Luis
Juan Carlos Argüelles Lona (Universidad Nacional Autónoma de México), “Características
animales en los personajes de tres novelas de Mariano Azuela que parodian la
revolución”
Las moscas, Domitilo quiere ser diputado y El camarada Pantoja son tres
novelas de Mariano Azuela que pueden considerarse como un ciclo paródico de la
Revolución Mexicana por lo abrupto, grotesco y rapaz de los hechos que narran.
En ellas los personajes adquieren características animales y son descritos en
su ambiente que refleja el estado de naturaleza, donde el pez grande se come al
chico. Francisco Villa es un centauro, un león, una pantera; Obregón es el León
del Norte (aunque Blasco Ibáñez lo ve más como un jabalí por su ancha espalda)
y otros lo ven como un pavo real.
Para Mariano Azuela
la política es “algo así como una gran plaza de gallos, corrida de toros,
abasto de cualquier otro de esos sitios donde hay que derramar sangre”. Una
gran batalla constante anterior al contrato social que ubica a los seres
humanos como animales. Quizá por eso es tan efectiva su caracterización por vía
de la animalización, así logramos entender los alcances de cada personaje en el
rol de su etología.
En las novelas del
corpus, desde la primera, con el sugerente título, Las moscas, la Revolución
Mexicana se nos presenta en el lapso de 1915 a 1930 como un enjambre de
insectos que revolotean en medio del desorden buscando sustento. En Domitilo quiere ser diputado y El camarada
Pantoja las características animales permanecen como una constante que mantiene
el tono de carnaval. Los personajes se nos presentan como: gallinas cluecas,
corales de guajolote, culebrillas, ojos de aguilucho, patos perseguidos, cerdos
gordos, hábiles peces de agua, borricos enamorados, asnos, bueyes, ratas de
bodega, viejos zorros matreros, agarra pollos, potros de persoga, notas
estridentes de rata, mansitos corderos, etcétera. Se trata de una forma
primigenia de la metáfora que compara el comportamiento humano con formas
ancestrales comunicarnos.
MESA 10: Félidos literarios
Angélica
Nathalie Ortiz Olivares (Universidad Nacional Autónoma de México), “El
lenguaje secreto de los animales, una lectura ecfrástica del mito saloméico”
Al referirnos a la figura de la infame Salomé, la
bella princesa bailarina cuya danza logró llevar a la muerte a San Juan
Bautista, la presencia animalística y su importancia iconográfica y simbólica
suelen pasar desapercibidas.
Tres son las principales presencias animales dentro
del mito saloméico: el león, el pavo real y el gato. El primero de estos lo
encontramos en el inconcluso poema Hérodiade de Stéphane Mallarmé y, gracias a
un estrecho vínculo hipertextual, en el cuento “Hérodias” de Gustave Flaubert.
El segundo, en la afamada obra Salomé de Oscar Wilde, ilustrada por Aubrey
Beardsley. Finalmente, el tercero, en el poco conocido drama para marionetas La
cabeza del Bautista de Ramón del Valle Inclán.
En la presente propuesta, a través de un análisis
intertextual y ecfrástico, se busca analizar la vital relevancia a nivel
simbólico de la presencia de dichos elementos animalísticos dentro de la
construcción literaria y pictórica del mito de la decapitación del
Bautista.
Alan Flores Flores (Universidad Autónoma de Nuevo León), “Thy
fearful symmetry: Borges y los tigres”
La presencia del tigre
acompañó a Borges durante toda su vida, este animal tiene un lugar especial en
su obra, un tigre es el primero de sus protagonistas en el cuento El rey de la
selva publicado a los 13 años en un diario estudiantil. El tigre continuó presente
en la poesía y la narrativa borgeana, hasta que a los 85 años, escribiera: Mi
último tigre una nota donde acompañado de su amada María Kodama visitaron el
jardín zoológico de la provincia de Luján en Argentina, esta nota aparece en su
penúltimo libro publicado en vida: “Atlas” de 1984.
Median 71 años entre El
rey de la selva y Mi último tigre en los cuales este felino visitó a Borges en
forma de poema, a veces de personaje y otras como símbolo. En la obra de Borges
encontramos tres formas y símbolos del tigre: I. El tigre como un animal
amoroso; II. El tigre de la literatura; III. El tigre como metáfora de la
ceguera; IV. Otros usos literarios del
tigre. Estas cuatro formas amplias, se despliegan a su vez en otros usos más
específicos. Analizar los usos del tigre en la literatura borgeana es el
propósito de esta ponencia.
K. Gabriela Nájera Ramírez (El Colegio de San Luis, A.
C.), "Creencias y relatos en torno a la cacería de tres animales
prehispánicos"
Como se sabe, la obra de fray Bernardino de Sahagún,
Historia general de las cosas de la Nueva España, estuvo nutrida por
informantes que respondieron a cuestionarios elaborados por el fraile. Para el
caso del libro onceno, en su apartado dedicado a los animales, entre las
posibles preguntas figuró una encaminada a conocer las maneras en que los
indígenas cazaban, pues se trataba de una de las principales actividades de
cualquier pueblo.
A
partir de las respuestas, la Historia general… da cuenta no sólo de cuáles
animales se cazaban y con qué fines, sino de la figura del cazador, los
rituales de cacería y las creencias y relatos que a este respecto circulaban en
la oralidad.
Por
tanto, mi propuesta de ponencia pretende tratar las creencias y relatos
incluidos en los actos de cacería de tres animales que Sahagún recupera en su
obra: el tigre o jaguar, la ototolli o atotoli y la quetezcatl.
Como
se verá, los relatos acerca de la cacería de estos animales tienen vínculos con
otras historias como la Leyenda de los soles y se pueden identificar motivos
comunes entre éstos y otros animales del décimo primer libro del franciscano.
Además, se observará que la cacería va más allá del enfrentamiento del hombre
con la naturaleza; en cada ejecución recae en el cazador el pasado ancestral de
la humanidad, lo que lo hace portador y transmisor de una tradición que incluye
técnicas y conocimientos prácticos, pero también historias, leyendas, cuentos y
canciones, que son igualmente útiles para su oficio.
Enriqueta M. Olguín (Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo), "Los Felinos Epiclásicos de Huapalcalco"
Los hallazgos arqueológicos de
esculturas zoomorfas, por lo general se interpretan siguiendo preceptos
iconográficos que difícilmente han cambiado en el transcurso de las décadas.
Así se sigue hablando de “tigres”, “leones” o de “jaguares”, de modo
indiscriminado. Las interpretaciones
iconográficas tradicionales se siguen repitiendo una y otra vez, la mayoría de
las ocasiones ignorando las características particulares de los félidos
americanos y las que son diagnósticas de
los lugares en los que se encuentra o se encontraban la fauna asociada a una
dieta específica. Este trabajo cuestiona las tradicionales identificaciones de
los félidos abordando un par de esculturas felinas arqueológicas procedentes de
Huapalcalco.