6 de octubre de 2019

RESÚMENES 2019





MESA 1: Animalia medieval y barroca


María Belén Randazzo, (CEMYLC, Depto. de Humanidades, UNS. Buenos Aires, Argentina), “La presencia de los animales en Seniloquium o Refranes que dizen los viejos
Seniloquium, compilación manuscrita de refranes de fines del siglo XV, constituye un hito cultural en la paremiología hispánica pues se trata del primer refranero conservado del pueblo castellano. En el prólogo de la obra, se declara su propósito didáctico al afirmar el autor que Seniloquium debe ser considerado como “libro de leyes”. Esta compilación reúne casi 500 refranes que son acompañados de sus respectivas glosas explicativas en latín.


La presencia de los animales es clara y evidente a lo largo de la obra, no solo porque el refranero como fenómeno cultural está íntimamente ligado al mundo animal –alrededor de la quinta parte de los refranes recogidos tienen en sus enunciados referencias a distintos animales– sino también porque el autor introduce en las glosas ejemplos breves, anécdotas y otros proverbios asociados a animales. Según nuestra hipótesis, la representación de los animales en los refranes es heterogénea, como lo eran las relaciones de los hombres medievales con el mundo animal. En algunos casos, los animales aparecen bajo la forma de la alegoría satírica y constituyen el elemento central del refrán, pues figuran conductas o actitudes humanas que se juzgarán positiva o  negativamente en las glosas. Mientras que, en otros casos, el sentido de los refranes es literal y los animales se muestran en un rol paciente, es decir, son destinatarios de acciones ejercidas por humanos.
Ya sea que la presencia animal remita a sentidos figurados o simplemente literales, lo cierto es que a partir de estos refranes y el tratamiento que les dispensa el autor, podemos reconstruir aspectos de la vida social de las comunidades medievales y de sus relaciones con el entorno natural.




María Victoria Delgado y Saray Manuela Grajales Morales, (Universidad de Antioquia, Colombia), “Los animales en la parodia épica «De la pelea que ovo Don Carnal y La Cuaresma» en el Libro de buen amor
Si se tiene en cuenta el poder magnético que tiene la religión dentro de la sociedad de la Edad media, en el imaginario medieval, el objetivo principal del hombre es alcanzar la salvación de su alma. Por esto, la batalla de Don Carnal y La Cuaresma se circunscribe en el marco del tiempo de preparación, ayuno y encuentro espiritual previo a la Semana Santa. Es importante anotar que esta última es percibida por los personajes con cierta prevención debido a que habrá un juicio donde se castigará a los pecadores. Como es sabido, en época de Cuaresma se debe ayunar y guardar penitencia; está prohibido comer carne pero se autoriza el ayuno con el pescado y sus derivados. Transgredir estas reglas y acceder a las tentaciones insinúa una situación de pecado en la cual Don Carnal frecuentemente se ve involucrado. Dichos actos se oponen a la espiritualidad y son manifestaciones de la corporeidad, lo material y lo sexual. Producto de esta oposición se da una batalla que evoca las cruzadas. Los personajes que amenazan a La Cuaresma (las vacas, los conejos, los pollos, etc) están luchando contra los que la defienden (peces, langostas, cangrejos, etc). En este punto es claro que este elemento cristiano de las cruzadas está parodiado en el sentido en que los personajes que defienden a La Cuaresma logran la salvación de su alma.


Por tanto, mediante el análisis del papel que desempeñan los animales en la parodia épica, el propósito de esta ponencia es explicar cómo estos representan una alegoría de lo mundano y de la virtud en la medida en que los peces son una representación de lo que se considera como la vigilia en la Semana Santa y en oposición a ello la carne representa el pecado.




Bárbara Skinfill Nogal, (El Colegio de Michoacán), “Imágenes animalísticas del predicador en el Mundus Symbolicus de Filippo Picinelli”
En la enciclopedia de emblemas Mundus Symbolicus (Coloniae Agrippinae, 1680, traducción al neolatín), Filippo Picinelli dedicó cinco libros a la exposición de una zoología “simbólica” y “moral” que estuvo al servicio de predicadores, oradores, académicos, poetas, pintores, escultores, entre otros destinatarios, para la creación de textos y programas simbólicos. En este trabajo se estudia la imagen del predicador ideal (literato/orador) que el abad milanés propuso a través de sus emblemas animalísticos y de sus verbales picturae, se combinan retórica y calidad moral para persuadir por medio de estas “sabias bestias” a sus oyentes y feligreses.




Eduardo Molina Fernández, (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “Los animales en la poesía amorosa de Quevedo: entre tradición literaria y trabajo editorial en «Erato»”
A finales del siglo XX, Ignacio Arellano esbozó un sistemático estudio de los animales en la poesía de Quevedo, su objetivo principal fue analizar un mini bestiario a partir de los rasgos estilísticos, temáticos y de tradición literaria de ese interesante y limitado corpus. En ese sentido, otros trabajos similares -anteriores y posteriores- se han concentrado desde diversas perspectivas en el tema del bestiario quevedesco con poemas sueltos o con determinados corpus de animales como aves, insectos, mamíferos, seres fantásticos, etc. En esta ocasión, se emprende una revisión con similares rasgos a los propuestos por Arellano y otros filólogos pero añadiendo aspectos de corte editorial y paratextual. El corpus analizado es la poesía amorosa de Quevedo contenida en la Musa IV, “Erato”, del Parnaso español; obra publicada póstumamente en 1648 por su amigo, el editor y humanista Joseph González de Salas. Bajo esta perspectiva filológica y editorial se podrá observar que la presencia de algunos animales de la poesía amorosa de Quevedo, su elaboración y posible sentido coetáneo y actual estará a veces condicionado por el discurso paratextual de la editio princeps, es decir, al parecer ahí no bastó el texto poético en sí para comprender plenamente las elaboraciones metafóricas y conceptos donde aparecían algunos animales como ejes temáticos, sino que se hizo necesario recurrir al editor. Así, por ejemplo, en el soneto 482 para lograr un claro sentido metafórico del poema y un mejor entronque con la tradición literaria del topoi del perro como animal de compañía, se requirió de un detallado trabajo editorial desde el epígrafe y sus notas. Caso algo similar ocurre en el soneto 298 en donde, en un alarde de erudición literaria y anecdótica, el editor desde sus anotaciones terminó por consolidar el tópico del ave-amante solitario y de los “maestros irracionales”, cantando sus penas de amor.


Yordi Enrique Gutiérrez Barreto, (Facultad de Estudios Superiores Acatlán, UNAM), “Los animales en las églogas de Garcilaso de la Vega”
 La presencia de los animales siempre ha sido fundamental para la configuración de la égloga en todas las tradiciones literarias, sea con la finalidad de ambientar el espacio o que posea una función metafórica.
            Tomando en cuenta lo anterior, esta comunicación estudiará la presencia de los animales en las tres églogas de Garcilaso de la Vega, realizando una categorización de todos ellos y enfocándome en la función literaria que cumplen en el sentido general de cada una de ellas. En este sentido, me referiré a tres grupos de animales: primero, los cumplen la función de ambientar el espacio pastoril y que por lo tanto representan la naturaleza (vacas, toros, ovejas, aves, abejas); segundo, los que se relacionan directamente con la caza (ciervo, jabalí, zorzal, tordo, mirto, estornino, corneja, grulla, ánsar, cisne, perdiz); tercero, los que dentro de la égloga cumplen una función metafórica (cordera, lobo, sierpe, ruiseñor, cisne, tigre, lebrel, jabalí, pez, murciélago).  Para discutir la perspectiva particular de este poeta y encontrar puntos en común y diferencias, se revisará brevemente la tradición literaria que precede a Garcilaso respecto al uso de los animales en las églogas, particularmente Virgilio, la lírica petrarquista italiana y Sannazaro.








MESA 2:  De lo científico a lo sobrenatural:

animales en las letras clásicas







Dora María Pineda Galindo (Universidad Nacional Autónoma de México), Miram experiere medelam! Explicaciones en torno a los principios de los remedios de origen animal en la medicina romana”

Hasta hace unos años, por unanimidad se consideraba que la medicina expuesta en la literatura romana ni siquiera lograba ser una copia digna de la medicina griega por carecer del rigor racionalista con el que célebres médicos como Hipócrates o Galeno constituyeron conceptos acerca del cuerpo, la salud y la enfermedad o por carecer de este mismo rigor en el estudio analítico de ciertas prácticas clínicas y terapéuticas.
Paulatinamente, esta idea se ha desvanecido, pues estudios recientes, que proponen una revaloración del legado romano médico, han mostrado que las prácticas de la medicina romana, ante todo, se fundamentan en ciertos principios (aunque no precisamente racionales) tomados de prácticas empíricas, míticas, religiosas y mágicas, pues, para la mentalidad del romano, era más importante la utilidad, eficiencia y practicidad de los remedios para alcanzar la sanación de sus padecimientos cotidianos, accidentales o crónicos que la explicación y comprensión del fundamento que sostenían dichos remedios.
Con base en lo anterior, este trabajo propone exponer algunas lecturas recientes acerca de la explicación (a partir de creencias populares con sus respectivas correlaciones lógicas) de ciertos procedimientos terapéuticos realizados con elementos de origen animal en la medicina romana popular, la cual se concentra en el reducido corpus de la literatura médica latina (por ejemplo, Plinio el Viejo, Escribonio Longo, Aulo Cornelio Celso, Quinto Sereno Samónico y Marcelo Empírico).
Habrá que aclarar que, por la gran cantidad de remedios concentrados en estos textos, sólo se abordarán algunos remedios a partir de cierta tipología que explica los principios (de similitud o de contrariedad) con los que operaban estos métodos terapéuticos populares en función de los atributos asociados a los órganos, tejidos y/o excreciones animales empleados en ciertos remedios.




Yazmín Victoria Huerta (Universidad Nacional Autónoma de México), "El catálogo de las serpientes en la Farsalia de Lucano”

Lucano es uno de los exponentes más talentosos de la épica latina de la época de Nerón. Escribió un poema épico, llamado Farsalia o Bellum Civile, en el que relata el enfrentamiento bélico entre Julio César y Pompeyo. En el libro IX (699-837 vv.) se presenta un atractivo listado de reptiles venenosos, conocido como el catálogo de las serpientes. En éste se hace un recuento de casi 17 especies, de las cuales sólo se detallan las mordeduras y sus efectos de 7 de ellas. El objetivo del escrito es destacar la presencia zoológica en el poema épico, valorar la descripción literaria del escritor y analizar la relevancia del catálogo en el conjunto del libro.


Mariana Pablo Norman (UNAM / UAM-I), “Zoología del más allá: animales y fantasmas en la tradición clásica”


 Podría pensarse que las historias sobre animales y fantasmas son una invención de los siglos XIX y XX, por la fecunda producción, difusión y el éxito del que gozaron, incluso en el séptimo arte. Lo cierto es que la presencia de animales espectrales se remonta a miles de años en la historia humana. Grecia y Roma no sólo conformaron ejércitos de fantasmas humanos en las páginas de su riquísima civilización, los animales fueron también sombras que entretejieron su discurso. En esta ponencia se analizan tres casos identificados en la tradición clásica al respecto:
1. Espectros de animales cuyo origen nunca fue humano: Caballos muertos trotan aún sobre Maratón. Se trata de apariciones incompletas pues nunca llegan a tornarse visibles pero sí son perceptibles los sonidos que producen. La presencia de los caballos fantasmas no sólo acompaña a los guerreros muertos, les da significado. Sus relinchidos y su vibrar son un efectivo amplificador del miedo. Es el chocar de sus cascos invisibles lo que inyecta terror a la escena.
2. Trasmigración definitiva de un fantasma en bestia: Existen mal muertos, entes que algún día fueron hombres y que tuvieron decesos saturados de ira y dolor. Su miseria los transforma, vertiendo definitivamente su alma dentro de bestias, disolviendo para siempre su núcleo humano.
3. La transmutación de fantasmas en diversos animales. Por último he de referir el caso de los fantasmas que por motu proprio eligen transformarse en animales, pero que a diferencia del caso anterior, pueden regresar a su aspecto antropomorfo original. Representan la creencia universal de los poderes maléficos y su vínculo con la valorización negativa del simbolismo animal.



MESA 3: “Insectos y aves: 
simbolización de lo humano”


Olivia Isidro Vázquez, (Universidad Nacional Autónoma de México), “Piojos y gusanos en los salmos penitenciales de Guillén de Lampart”

La presente comunicación se centrará en la exposición de dos aspectos sobre Guillén de Lampart y su época. Por un lado, presentaré al autor y las particularidades más significativas tanto de su obra como de su contexto, hecho que conducirá al análisis de los salmos 6 y 7 del Regium psalterium, obra latina del poeta irlandés, puesto que en estos salmos a partir de la temática de la penitencia se utilizan recursos figurativos que conducen al lector hacia una imagen vívida sobre cómo el pecado se posesiona no sólo del espíritu sino también del cuerpo del pecador. Por el otro lado, se presentarán las implicaciones que esta temática (piojos-gusanos-penitencia) representa en el siglo XVII novohispano.   



Violeta Martín Barrales, (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “«Me quiebro como frágil mariposa, yo misma he construido mi anatema»: la mariposa como tópico del ignis amoris en algunos poemas de Guadalupe Amor”

La presencia de la mariposa como símil del enamorado que es abrasado por el mismo fuego de sus pasiones es uno de los topos más utilizados en la tradición literaria; Guadalupe Amor, poeta del siglo XX, quien revivió el soneto, una de las composiciones poéticas más elogiadas de la literatura del Siglo de Oro español, se caracterizó también por su frivolidad, mezquindad y amor narcisista hasta los últimos días de su vida. El propósito de este trabajo es analizar el tópico del ignis amoris mediante la comparación del yo lírico con una lepidóptera capaz de sumergirse en las llamas del infierno y luego emerger ilesa en algunos de sus poemas, por ejemplo, “Letanía de mis defectos” y “Soneto XVII”.


G. Pierre Herrera López (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “Las aves de Mario Levrero: formas de expresar las dificultades interiores y materiales de un escritor”

La última etapa de escritura de Mario Levrero (1940-2004) está constituida por textos de corte autobiográfico caracterizados por un registro diarístico y por ser parte de un proyecto más amplio: la concepción de “La novela luminosa”, un texto que narra situaciones que marcaron la vida del autor, y que él considera imposibles de narrar sin que con ello pierdan el brillo que las hace esencialmente vitales. Este proyecto se extendió desde 1984, fecha de un primer intento de escritura, hasta la muerte del autor; y se compone por Apuntes bonaerenses, Diario de un canalla, El discurso vacío y La novela luminosa, esta última publicada de forma póstuma y que contiene como anexo aquel temprano borrador de “La novela luminosa”. Este ciclo narrativo de largo aliento expone las condiciones materiales de la escritura y las dificultades de narrar aquellos hechos luminosos. Ambos temas se conjuntan conceptualmente en la narración que hace Levrero de la vida de algunas palomas: unas que se encuentra en un parque bonaerense, otra que cae en su patio y otra más que visita el cadáver de su pareja que ha quedado en el techo de un edificio vecino. Estas palomas se vuelven el centro temático de sus textos autobiográficos, ya que aparecen constantes en todo el ciclo; lo que hace pensar en una escritura que para escribir al yo recurre a otras formas de vida que son consideradas igual de importantes que la del autor. La vida, vicisitudes y muerte de esas palomas se vuelven la simbolización de las dificultades en la vida interior y material del escritor uruguayo que, en los años que duró el proyecto, vivió en condiciones sumamente precarias, resultado de políticas culturales y económicas contemporáneas que cada vez dejan con menos posibilidad económica a quienes se dedica a actividades relacionadas con la escritura.


Diana Iraís Rangel Pichardo, (Universidad Nacional Autónoma de México), “Calandrias y avecillas: Aves de amor en la Vida de santa María Egipciaca

El poema de la Vida de santa María Egipciaca es un texto hagiográfico que a primera instancia no cuenta gran presencia de animales. Si bien se recuerda más fácilmente al león que ayuda al monje a enterar a la santa, no podemos dejar de apreciar la presencia de aves. Éstas añaden al poema una carga simbólica importante ya que se tratan de aves de amor. Estas aves acompañan a María en los momentos en que ella sale en búsqueda de dar rienda suelta a su concupiscencia. En este escrito deseo profundizar en el estudio de este simbolismo dentro de la versión hispánica ya que se trata de un elemento propio de la amplificatio de la versión hispánica.


MESA 4: “Animales mitológicos
y maravillosos en la literatura y el arte”


Martha Cecilia Jaime (Universidad Nacional Autónoma de México), “Las arpías del mito de Fineo, del hambre voraz al deseo sexual nunca satisfecho”
  
Grecia configuró un ser híbrido clasificado dentro de los monstruos femeninos, la harpía, que canta cuando hay mal tiempo. Existió una verdadera dificultad para distinguir la iconografía de una arpía de la de una sirena, durante la Edad Media ambos seres híbridos adquirieron connotaciones negativas tan semejantes que incluso algunos bestiarios medievales no distinguían un ser de otro; sin embargo, con el transitar de los años cada una tomó un rumbo distinto y el principal aspecto de las arpías fue recontextualizado: el hambre voraz que muestran en el mito de Fineo devino en implacable deseo sexual y su posterior frustración al no poder saciarse. Esta presentación intenta hacer este recorrido desde la épica griega con Los Argonautas de Apolonio de Rodas, hasta la cinematografía moderna. 






Carlos Rubio Pacho, (Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM), “Patagón: ¿monstruo híbrido o animal domesticado?”



Los libros de caballerías son un repositorio inagotable de maravillas; entre éstas se encuentran los animales de carácter fantástico e, indudablemente, los monstruos. Estos últimos se caracterizan por presentar rasgos animalizantes pero también de carácter humano, lo que los vuelve más amenazantes. Entre los muchos seres maravillosos que pueblan el Primaleón, libro de caballerías del siglo XVI, destaca el monstruo Patagón, principalmente porque terminó dándole nombre a una región americana. Sin embargo, ha sido poco estudiado en tanto personaje. En la presente comunicación se estudia el personaje en tanto presenta rasgos humanos y animales. La mutilación de sus extremidades superiores parecería que eliminan su “humanidad”, convirtiéndolo así en una suerte de animal domesticado, que acompaña al héroe y, más tarde éste.





Nancy Fabiola Méndez López, (El Colegio de México), “Programas iconográficos novohispanos en el siglo XVII: el Pegaso y el ave fénix para la construcción de espacios criollos en la poesía y arcos triunfales”

Después del proceso de transculturación en el virreinato, la Iglesia y la cultura intelectual del siglo XVII echaron a andar nuevos programas iconográficos que se valieron de la influencia grecolatina. En particular, el pegaso y el ave fénix fueron animales mitológicos empleados constantemente para la reelaboración de historias que aludían a un imaginario criollo. Así, pintores y poetas se valieron de dichos mitos para la creación de nuevos espacios geográficos y alegóricos. Estos ejercicios artísticos, no sólo adiestraban el ingenio de los poetas sino que simbolizaban la legitimación de la sociedad frente a las autoridades peninsulares. Principalmente puede observarse este tipo de programa iconográfico en dos expresiones artísticas diferentes: por un lado, en la poesía y, por otro, en la construcción de los arcos triunfales. El objetivo de la investigación es analizar el origen grecolatino del pegaso y el ave fénix y su adaptación en la tradición arquitectónica y literaria en el virreinato del siglo XVI.



MESA 5: “La zoología en el lenguaje 
y la oralidad”


Mayra Alejandra Borbón Espinoza, (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “El miedo itinerante: narraciones orales entre los cazadores del sur de Sonora”

 Entre los cazadores del sur de Sonora abundan narraciones que los acompañan durante las noches del desierto. La soledad, el silencio y la oscuridad son tan propicios para la caza del venado como para el surgimiento de narraciones que advierten de peligros y refrendan el respeto por los animales y la naturaleza. Los cazadores tienen códigos, reglas y deben respetar prohibiciones como los meses de veda y los calendarios cinegéticos. Más allá de los reglamentos gubernamentales y de los clubes de caza, las narraciones orales tienen como función advertir a quienes se atravan a transgredir esas reglas. En esta ponencia se analizan narraciones orales que cuentan los cazadores del sur de Sonora, entre ellas la aparición del “venado desollado” o el diablo en forma de venado que ocurre en Semana Santa y también la historia de la onza. Podemos clasificar estas narraciones en torno a animales dentro de la categoría de “mitos ecológicos”, estructuras que evidencian la memoria oral y tradicional de los pueblos para preservar sus recursos, defender el medio
ambiente y asegurar la supervivencia de futuras generaciones mediante el aprovechamiento de la fauna de la región.


Alfonso Padrón Martínez, (El Colegio de México), “Zoología en el albur mexicano”

Dentro de las funciones del lenguaje establecidas por Roman Jakobson en 1960, la expresiva y la estética permiten al emisor (hablante o escritor) manipular el mensaje para manifestar tanto de su estado cognitivo como anímico, bien de manera directa o mediante alguna alusión metafórica. Lo anterior no se restringe a ningún habla en particular; sin embargo, dentro de
la cultura y habla popular es icónico el caso del albur, es decir, aquella expresión lingüística que resulta del juego de palabras a partir de la paronomasia fónica y semántica y que, generalmente, tiene una connotación sexual. Esta figura retórica presenta la particularidad de emplear un variado conjunto de lexemas zoológicos; así, tanto los animales terrestres, aéreos y marinos, como los insectos son utilizados para dar cuenta bien de los órganos sexuales masculinos (camarón, anaconda) y femeninos (chango, cucaracha), de la masturbación (jalarle el cuello al ganso), del acto sexual (patear al perro) o de las preferencias sexuales de alguien (mariquita, besasapos). A partir de lo anterior este trabajo busca dar cuenta de los lexemas con referentes zoológicos empleados en el albur mexicano y sus procesos de metaforización.



Luis Gabutti Alarcón (Universidad Nacional Autónoma de México), “La sintaxis del bestiario simbólico de los Sonetos del amor oscuro de Federico García Lorca”





El presente trabajo busca demostrar que los diversos animales, que aparecen en los once Sonetos del amor oscuro de Federico García Lorca, cumplen una función simbólica que se determina por la posición que ocupan en la sintaxis del poema. Estos sonetos pertenecen a la última muestra poética del poeta granadino por lo que comparten, con la obra anterior de Lorca, temas -el amor, la frustración, la muerte- y un lenguaje simbólico común -la luna, el agua, la sangre, etc.-, como ha estudiado Miguel García-Posada, Esperanza Ortega y Agustina Bastos González. La ponencia problematiza el funcionamiento de ese lenguaje simbólico en los animales que aparecen en Los sonetos del amor oscuro y cómo sus significados se modifican a partir de su posición sintáctica en el poema. Para comprobar lo anterior, primero se consignarán los animales que aparecen (paloma, coral, tigre, perro, gusano, corza, caballo, alacrán, anémonas, ruiseñores, serpientes) y la función sintáctica que ocupan (sujeto, complemento adyacente, objeto directo, objeto indirecto, predicado nominal, complemento circunstancial), luego se determinará el simbolismo y la metáfora que realizan, después se comparará las distintas funciones de los animales que aparecen repetidamente (la paloma y el perro), finalmente se observará si los animales que se presentan en algunos poemas del Romancero gitano y del Poeta de Nueva York cumplen las mismas funciones simbólicas o si difieren por el lugar sintáctico que ocupan. La importancia de este trabajo radica en que se ha establecido una uniformidad en el lenguaje simbólico de la poesía de Lorca, sin tener en consideración que el significado de los símbolos se modifica a partir de su uso sintáctico.





MESA 6: “Tratados enciclopédicos de las bestias”


Carlos Gerardo Hernández Paulino, (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “El bestiario político-moral de Fray Andrés Ferrer de Valdecebro en Govierno general, moral, y político. Hallado en las fieras, y animales sylvestres.

En el año de 1658, Fray Andrés Ferrer de Valdecebro, de la orden la dominica, publicó un tratado llamado Govierno general, moral, y político. Hallado en las fieras y animales sylvestres con el objetivo de instruir política y moralmente a sus lectores. Para escribir esta obra se sirvió de las tradiciones literarias más antiguas como los bestiarios, los libros de emblemas, los espejos de príncipes, las colecciones de exempla y los sermones. Con lo cual, creó un tratado animalístico de carácter enciclopédico que se basa, en lo que Valdecebro denomina, las “propiedades políticas” de los animales.
 Así en Govierno general... encontramos tanto animales reales como imaginarios, los cuales describe y analiza, además estos son ejemplos para que los receptores imiten y retomen el camino recto; dado que en dicha época primaban desdichas y calamidades: un mundo viciado. Por tanto, el propósito de esta ponencia, en primer lugar, es examinar el bestiario que aparece por medio del examen de cuatro animales: el león, el rinoceronte, el unicornio y el cinocéfalo. En segundo, desentrañar cómo Valdecebro, mediante el estudio de las bestias les da un carácter político, es decir, hace ciencia política de las propiedades de las fieras y animales silvestres. Por último, reflexionar sobre las tradiciones que subyacen al texto, a fin intentar una clasificación genérica de la obra.



Juan Carlos Vásquez Pérez, (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa): “El libro de los seres imaginarios, la enciclopedia soñada por Borges”

Ya sea en el Manual de zoología fantástica o su edición posterior, conocida como El libro de los seres imaginarios, se cumple la sentencia de Novalis repetida por Borges de que “Nada más poético que las transiciones y las mezclas heterogéneas”: al incrustar escritos poéticos, al seleccionar y discriminar datos, aventuras y anécdotas de otros escritores, filósofos, científicos y religiosos, para integrarlos en su texto, Borges le ofrece al lector la posibilidad de entrar al poético mundo de las “silvas de varia lección”, de las enciclopedias o, como Borges escribió, de esa “dilatada miscelánea que sabe más que cualquier hombre”. En este trabajo me acercaré a esta idea rastreando algunas de las posibles fuentes de inspiración del que ha sido llamado el bestiario de Borges, entre las que se encuentran: Plinio y Brunetto Latini; para ello, será preciso recurrir a la comparación de los prólogos de las obras mencionadas y a algunos de los artículos de El libro, como “El basilisco”, “Los Yinn” o “Un animal soñado por Kafka”.


Julio María Fernández Meza (El Colegio de México), “La visión desmentida de Sir Thomas Browne sobre algunos animales en Pseudodoxia Epidemica (1672)”


Pseudodoxia Epidemica (cuya sexta edición data de 1672, la última que en vida revisó su autor, Sir Thomas Browne) es un largo trabajo de carácter enciclopédico por medio del que el polígrafo discurre acerca de un gran número de errores y creencias en torno del hombre, los organismos y minerales que son parte de la Tierra, ciertas disciplinas epistemológicas y el cosmos en general. Este trabajo se conforma por siete libros, cada uno de los cuales versa sobre un asunto principal y las suposiciones que se tienen al respecto. Así, por ejemplo, en el primero, cuyo propósito es ahondar en el error en sí mismo, se plantea además la estructura argumentativa que cohesiona todo el volumen: presentar un error para discutirlo o refutarlo.
Mi propuesta sólo se concentra en el tercer libro, cuyo objeto de reflexión es el animal. Si bien en otros libros las menciones de los animales no son atípicas (en el libro primero se pondera de paso sobre la serpiente en el Edén), es en el tercero donde Browne
medita con profundidad. A mi ver, lo más llamativo de su método para escudriñar a las criaturas, consiste en que se cuestiona la pertinencia de los bestiarios, la emblemática y otras perspectivas afines sobre los animales, que son herencia de la Antigüedad y la Edad Media. Cuando recurre a tales referentes, suele refutar sus razonamientos y prefiere apoyarse en la observación empírica o la experimentación o se basa en autoridades como Ulisse Aldrovandi, célebre naturalista italiano del siglo XVI, para rebatir los errores del animal en cuestión. De este modo, Browne representa un autor cuyas reflexiones de índole animalesca son de sumo interés para ser estudiadas, porque se gestan durante la Revolución
Científica. Elijo los siguientes animales para mi comunicación: el ciervo, el fénix, la liebre, el unicornio.




MESA 7: “La figura del can 
a través del tiempo”



María de Lourdes Santiago Martínez, (Universidad Nacional Autónoma de México), “Continuidad y variación en el tratamiento de la rabia: del Cynegeticon al Alcon sive de cura canum venaticorum

En mi participación analizaré el fragmento dedicado al diagnóstico y tratamiento de la rabia en tres poemas didácticos de tema cinegético, escritos en latín: el Cynegeticon de Gratio, autor probablemente de origen siciliano, cuya producción se ubica entre finales del siglo I antes de nuestra Era e inicios del siglo I; el Cynegeticon de Nemesiano, autor cartaginés del siglo III, y el Alcon sive de cura canum venaticorum, escrito en el siglo XVI por Aníbal de la Cruz, aunque atribuido por largo tiempo a Jerónimo Fracastoro, con el objetivo de identificar, a través de mi análisis, las posibles relaciones de intertextualidad que establecieron los poetas de los siglos III y XVI con Gratio. Asimismo, extenderé mi análisis al fragmento de Naturalis historia de Plinio el Viejo, en el que el naturista del siglo I describe causas, síntomas y tratamientos de la rabia canina, para detectar en él vestigios del Cynegeticon de Gratio y, a la vez, para demostrar su influencia en los dos poemas posteriores.



Alberto Mendoza Gutiérrez (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “De la casa a la caza; el uso del can en la Brevísima relación de la destrucción de las Indias de Bartolomé de las Casa”

La Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias es un texto del siglo XVI, donde Bartolomé de las Casas transcribe, de forma muy puntual, los sucesos acontecidos en las Indias y, entre otras cosas, el uso que el perro tenía con los españoles que llegaron a México-Tenochtitlan. Esta comunicación tiene como objetivo ahondar en algunos usos que tienen los perros en ciertas obras de la literatura anteriores a la Brevísima… como lo son la Odisea y las Metamorfosis de Ovidio; asimismo se busca explicar tres funciones que realizan los perros en la Brevísima… como lo son: la amedrentación hacia los indios, la intimidación transmitida con la figura del can para causar temor hacia el indio y la caza del nativo con intenciones de poder y dominio del español. Posteriormente relacionaré el texto con un breve pasaje de la Visión de los vencidos de Miguel León-Portilla para distinguir la visión del indio con la de los españoles.


Erwin Snauwaert (Universidad KU Leuven, Campus Bruselas), “El perro y sus implicaciones ideológicas e innaturales en la narrativa de Bryce Echenique”

En la narrativa del novelista y cuentista peruano Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939), la presencia de los perros es un fenómeno recurrente. Más que tener función meramente anecdótica o alegórica, la figura canina se relaciona en la obra de este autor con dos planteamientos teóricos que orientan los estudios animales en la literatura latinoamericana contemporánea: las modalidades que adopta el bestiario para representar una realidad sociopolítica y la repercusión que tienen tales representaciones en la enunciación. En cuanto al primer aspecto, intentaremos ilustrar cómo, en el díptico constituido por las novelas La vida exagerada de Martín Romaña (1981) y El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz (1985), la figura perruna permite zanjar una discusión ideológica y clasista. Por las implicaciones ficticias e intertextuales que entrañan, los perros valoran el ideal de un arte puro en detrimento de una literatura de compromiso, por lo que dejan su impronta en el proceso de significación de la novela (Lámbarry, Yelin). Segundo, se estudiará cómo esta representación se nutre de unas particularidades enunciativas en Tantas veces Pedro (1977), un texto en el que la instauración de un muerto como narrador y de un perro como narratario deja establecida una narración innatural (Alber, Fludernik). Quitándole a la narración su carácter antropomórfico convencional, la figura del perro borra los límites que separan la realidad de la ficción y lo humano de lo animal (Agamben, Cragnolini, Wolfe) y se presta a una estética posthumanista.




MESA 8: Del animal a “lo animal”
 en la narrativa hispanoamericana


Gabriela Nájera Ramírez, (Universidad Autónoma de San Luis Potosí), “Los animales malditos en la narrativa fantástica argentina del siglo XX”

Quizá la primera representación de animales en la literatura fantástica argentina sea «Los animales malditos» (1897), de Leopoldo Lugones; texto en el que se recupera la antigua creencia popular de que los escuerzos pueden ser vengativos y asesinar a quien los ha atacado. Este relato —que después fue incluido en Las fuerzas extrañas (1906) con el título «El escuerzo»— parece inaugurar un tipo de fantástico que problematiza la relación del hombre con la naturaleza y muestra los acontecimientos insólitos que pueden verificarse en ella. A partir de ese momento, distintos autores experimentaron este tratamiento; así se observa, por ejemplo, en Horacio Quiroga, en narraciones como «El almohadón de plumas» (1907) y «Juan Darién» (1920); y en Carlos Octavio Bunge, en su novela breve El perro
interior (1927).
La presente comunicación pretende examinar las representaciones más tempranas de lo fantástico relacionado con la fauna en la literatura rioplatense. Para ello, se propone una clasificación de los animales malditos que aparecieron en libros y publicaciones periódicas de ese territorio durante la primera mitad del siglo XX. Grosso modo, es posible plantear cuatro categorías que demuestran el desarrollo de este tratamiento: 1) los animales asesinos, 2) los animales que tienen capacidades humanas, 3) los animales que se transforman en hombres y 4) los animales que fueron humanos.


René Camilo García (Universidad de Concepción, Chile), “La huella animal en la construcción de lo humano: antropogénesis en dos novelas del Período Especial en Cuba (Las bestias, de Ronaldo Menéndez y Animal Tropical, de Pedro Juan Gutiérrez)”

Con el fin de la URSS, Cuba se quedó sola en el barrio del socialismo. El comunismo asiático se encontraba muy empobrecido o enfrascado en sobrevivir como para tender la mano hacia el Caribe. Cuba vivió un viacrucis que el discurso oficial llamó Período Especial en Tiempos de Paz. Baste un dato: en cuatro años, entre 1989 y 1993, el PIB del país se redujo más de un tercio. Baste otro: en el mismo período cada cubano adulto perdió en promedio entre un 5 % y un 25 % de su masa corporal.
A la crisis del hambre se sumó la decadencia moral, la resaca de treinta años de épica que, en el día a día, parecía condenada al basurero. En este particular escenario histórico, la narrativa cubana evidencia un resurgir, asociado fundamentalmente a innovaciones estilísticas y al abordaje de personas, personajes y situaciones de la vida real. Las novelas Las bestias (Ronaldo Menéndez) y Animal Tropical (Pedro Juan Gutiérrez) constituyen claros ejemplos de dicho estilo. En ambas, la presencia del animal y lo animal resulta trascendental, tanto en la teckné de las tramas como en las implicaciones semántico-significantes del discurso literario.

En la presente ponencia, el abordaje de tal cuestión se realiza desde una de las líneas identificadas por Paula Fleisner en torno a las lecturas sobre temática animal; esta es, “pensarlo a partir de su lugar estratégico en la construcción discursiva de la especificidad humana”. Adoptando como herramientas teóricas las consideraciones de Jacques Derrida sobre la división humano/animal, de Giorgio Agamben sobre la antropogénesis y de Jacques Deleuze sobre los agenciamientos, la ponencia explora la relación con lo animal y los animales en el proceso de construcción de lo humano referido en las novelas.


Lis García-Arango (Universidad de Concepción, Chile), “Personificación de animales no-humanos en «El policía de las ratas», de Roberto Bolaño”

Las fronteras entre lo humano y lo animal aparecen indiscernibles en numerosas narrativas contemporáneas. En la ficción, los rasgos y comportamientos animales y humanos se han entrelazado en la conformación de personajes legendarios. De Lovecraft a Kafka, de Cortázar a Bellatin, criaturas que la literatura ha colocado en un territorio del “entre”, de contagios y agenciamientos que ha hecho vacilar con frecuencia la línea divisoria entre los reinos. Estos textos, cuya diégesis focaliza los elementos de tipo biológico (el cuerpo y el sufrimiento corporal, la muerte, la vida, la interacción a veces conflictiva, a veces cooperativa entre las especies), usualmente constituyen una reflexión sobre la esencia de la naturaleza humana: más allá de los discursos humanistas y racionalistas, que centraron la mirada en el raciocinio y el ingenio, visualiza al hombre como un ser vivo en constante amenaza natural. Esta parece la premisa sobre las que se desarrollan las obras del llamado “giro animal” en la literatura. Incluido el relato El policía de las ratas, de Roberto Bolaño.
El autor chileno invoca la figura de las ratas como pretexto para la narración. Mediante diferentes recursos semánticos-literarios, Bolaño propone un territorio de indeterminación entre humano y animal que es atravesado por lecturas estéticas y políticas. En la reivindicación de los roedores se identifica una defensa de lo menor, de las comunidades marginales y silenciadas que resultan amenazadas por el humano hegemónico. El reparto de lo sensible en Bolaño, la
personificación de los personajes animales, sitúa al texto en otro “entre” donde confluye la sociedad de las alcantarillas y la sociedad humana. La ponencia pretende describir esta relación discursiva en función de las tesis de Jacques Ranciére sobre política de la literatura, Roberto Espósito sobre las nociones de persona, no-persona y cosa, y Gabriel Giorgi en torno al cuerpo, el cadáver y la comunidad.


Mariano Hernández García (El Colegio de México), “El mundo animal de Antonio Di Benedetto”

Desde el título del primer libro publicado por el escritor argentino Antonio Di Benedetto (1922-1986), Mundo animal (1953), encontramos en lo doble, en lo especular, un indicio medular de su poética cuentística. El ser humano, el mundo del hombre, se mira de frente con lo animal. A veces se reconoce y se desprecia; otras más anhela aquella “serenidad de espíritu” de la bestia en comunión con su estado natural. En cualquiera de los casos, el encuentro con ese otro nunca es inocuo: los cuentos dibenedettianos nos regresan nuestra imagen, nos obligan a enfrentarnos con la vileza de los personajes y, de una u otra forma, reconocer algo de nosotros.
Temáticamente, lo animal trae aparejado lo corporal. Lo somático es ineludible en todos los cuentos y la violencia generalizada suele tener como colofón una disgregación del cuerpo, ya sea que sea transformado en pan que pasa después a ser migajas, sea devorado por las polillas o destrozado por los cerdos. Por el contrario, lo múltiple en lo animal parece
guardar más cohesión que el cuerpo individual de los personajes humanos: el pelotón de hormigas que actúa al unísono, la plaga de ratas, el conjunto de polillas. Me interesa, pues, ahondar en el papel que lo somático juega en diversos de los cuentos del volumen Mundo animal, y su relación con la mixtura hombre/animal propuesta por Di Benedetto.


Mesa 9:  “Animales en la prosa 
de escritoras mexicanas”


Gabriela Trejo Valencia (Universidad de Guanajuato), “El bestiario fantástico de Amparo Dávila y Guadalupe Dueñas’” 

Durante la segunda mitad del siglo XX Amparo Dávila (1928) y Guadalupe Dueñas (1920 ca. - 2002) emplearon recursos simbólicos que les permitieron eludir los condicionamientos socio-culturales en relación a la representación femenina. Así se encontraron con la anfibología de lo fantástico, género que permite que lo que se creía inconfesable halle formas para develarse. Persistentes en su interés de configurar este otro lado de lo femenino, Dávila y
Dueñas encubrieron horribles verdades con símbolos, por ejemplo, a partir de un inventario de animales mitológicos pudieron encarnar la venganza, la mezquindad o la malicia. Radicalizando la ficción por medio de lo fantástico, las cuentistas replantean las alegorías que han servido de espejos distorsionados para no ver que los verdaderos monstruos somos nosotros.
Durante la Edad Media los bestiarios funcionaban de la misma forma, estos textos didácticos enmascaraban los miedos humanos bajo la sombra de animales mitológicos que representaban entes con los que la Iglesia metaforizaba al demonio y apuntaba a que la mala conducta siempre paga. Disimulando a la virgen María con vulnerables comadrejas la narración del bestiario cumplía su fin didáctico: si se decía que la humilde comadreja podía procrear sin tener relaciones sexuales, entonces el caso de María podría ser entendible por el grueso de una población satisfecha con explicaciones simbólicas.
El uso puramente religioso de los bestiarios medievales fue modificando se pero nunca se dejó de lado el perfil de la iconografía animal con sentido ilustrativo, éste se conserva en el relato fantástico latinoamericano que también echa mano de animales
fantásticos cuando postula reflejos deformados de la naturaleza humana. En esta misma tradición destacan Dávila o Dueñas, maestras en encubrir la maldad de ¿otro mundo? con la piel de animales mitológicos, como lo veremos en dos cuentos específicos: “Músicaconcreta” (1961) y “Enemistad” (1991).


Tania Jiménez Macedo (Universidad Nacional Autónoma de México), "El monstruo y el animal en la narrativa de Amparo Dávila. Dos cuentos”

“El ser en cuestión produce dos sentimientos encontrados: repulsión y fascinación. El monstruo tiene varias aristas; es algo más de lo que vemos, e incluso de lo que nos imaginamos; tiene un porqué y un para qué, depende [de] si lo que muestra es pasado, presente o futuro. Es causa, es efecto y, algunas veces, es fin en sí mismo.” (26) En su Tratado de monstruos. Ontología teratológica (2003), el investigador Héctor Santiesteban discurre acerca del ser de esas criaturas surgidas de la realidad concreta o de la imaginación, también nombradas “prodigios”, “portentos” o “maravillas”. Según su etimología, monstruo viene del sustantivo latino “monstrum”, que a su vez procede del verbo “monstrare”, es decir, mostrar. El monstruo, entonces, es el ser que se manifiesta, sobre todo, ante los ojos humanos, y cuyo aspecto y naturaleza (parte animal, parte humana o divina) despierta simultáneamente –como afirma Santiesteban– asombro y miedo (29-32). En los textos de la Antigüedad y de la Edad Media, con cierta frecuencia, la presencia de los ostentos anticipaba un mensaje de la divinidad o ellos mismos eran el mensaje. Pero, en la época contemporánea, el papel del monstruo, su origen y sus fines se han tornado más oscuros y ambiguos. En la literatura fantástica del siglo XX, la criatura extraña, anómala, cuando es encarnación del mal, provoca pasmo que deriva en horror. En los cuentos de la escritora mexicana Amparo Dávila, “Moisés y Gaspar” y “Alta cocina”, la repugnancia sostenida –que se vuelve horror– por los monstruos no sólo se debe a su naturaleza híbrida, sino a la conciencia de los protagonistas de que aquéllos son imagen-reflejo de la propia miseria humana.
En este trabajo me propongo el análisis de estos relatos en busca de aquello que estos seres revelan: la alteridad del sujeto, el vacío, el mal intrínseco.


Jazmín G. Tapia Vázquez (El Colegio de México), “Una historia natural sobre la animalidad: «La serpiente de Beijín», de Guadalupe Nettel”

La presencia de los animales en El matrimonio de los peces rojos, como un trasunto que sirve para revelar las tensiones ocultas de los personajes, opera en dos niveles de significación; por un lado, como un reflejo de la condición animal del hombre y, por otro,
como un cuestionamiento sobre la racionalidad que impera sobre el instinto. Este último, me parece, es la clave que permite acercarnos al sentido de este universo animal que articula la propuesta de lectura de Guadalupe Nettel sobre la condición humana. La autora es clara al respecto cuando confiesa que la idea que alentó la escritura de su libro fue la de
reconocer que los animales están conectados con una sabiduría interna y primaria que les permite sobrevivir, mientras que los hombres caemos en la trampa de la razón que nos impide encontrar una solución instintiva e inmediata. En El matrimonio de los peces rojos se expresa una analogía entre el comportamiento del hombre y del animal, mediada por la minuciosa observación que los personajes hacen, como los primeros naturalistas de la Antigüedad, de ciertos animales pocos habituales en ámbitos cotidianos para llegar a una conclusión, a veces expresada por los narradores subrepticiamente: el hombre es también un animal, pero más allá de un encuentro con su lado salvaje, me parece que Guadalupe Nettel pone el acento en un proceso de reconocimiento más profundo cuando sus protagonistas se descubren a sí mismos o a los otros
como animales carentes de su instinto de supervivencia. En esta ocasión me interesa destacar cómo mediante el empleo de ciertas estrategias de composición textual como la personificación, la animalización y la analogía, Guadalupe Nettel construye en “La serpiente de Beijín” una historia que escenifica el conflicto interno de seres que se debaten entre el instinto y la razón.


Ana Isabel Bretón Angulo y Fortino Corral Rodríguez (Universidad de Sonora), "Elementos para una poética del fantástico animal en dos cuentos de Guadalupe Nettel "

El género fantástico, desde que se inicia su estudio sistemático en elámbito académico, en la década de los setentas, ha ofrecido notable resistencia a definiciones categóricas. En principio, se le vincula a lo sobrenatural, especialmente a lo sobrenatural que significa amenaza (demonios, vampiros, aparecidos); asimismo, se incluyen como posibilidades del género, diversos juegos imaginarios colindantes con otras racionalidades: lo absurdo, la paradoja, la locura (mundos paralelos, laberintos, regresiones en el tiempo). En este trabajo nos interesa explorar una variante mucho más sutil que se desarrolla en el ámbito de la
afectividad, consistente en que el protagonista experimenta modificaciones radicales en sus hábitos y cuadros valorativos a raíz de eventos ordinarios como la convivencia con objetos, plantas o mascotas. El factor que introduce esta alteración suele ser el grado de cercanía o
intimidad que se da en dicha relación, la cual, por otra parte, no trae repercusiones infaustas para el personaje, como suele ocurrir en el fantástico clásico. En varios cuentos de Guadalupe Nettel se aprecia esta transformación axiológica en los personajes a partir de una convivencia estrecha con otros seres vivos que incluyen gatos, peces, serpientes, cucarachas, incluso hongos infecciosos (micosis). En esta ponencia hemos escogido para su análisis dos cuentos de esta autora: “El matrimonio de los peces rojos” y “La serpiente de Beijín”, ambos incluidos en el libro El matrimonio de los peces rojos, publicado en 2013.
Para este análisis se tomarán en cuenta algunos teóricos del género fantástico como Lovecraft, Todorov, Roas, entre otros; también se tomarán en cuenta las aportaciones de la nueva semiótica, como los planteamientos de Zilberberg y los planteamientos filosóficos sobre el sujeto y la animalidad como los de Derrida y Deleuze.




MESA 10: “De felinos, anfibios
 y otras fieras
en la literatura del siglo XX y XXI”


Gerardo Román Altamirano Meza (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “«No bebas de la sangre del cóndor… ¡Cuídate Maximiliano! […] Pero mis labios estaban hechos para las moscas…»: hacia una tipología zoológica, en Noticias del Imperio, de Fernando del Paso”

Noticias del imperio es una obra literaria que podemos agrupar en el estrecho cajón del concepto Novela histórica: pues describe y narra, grosso modo, la historia de nuestro país, en aquellos tres años –1864 a 1867– que, en la historia de la nación, denominamos Segundo Imperio Mexicano, tomando en cuenta el precedente México imperial, de Agustín de Iturbide. Esta novela –escrita por uno de nuestros últimos grandes literatos, Fernando del Paso–, da cuenta de algo que, sin duda, podemos considerar como el nacimiento de nuestra nación. En la obra –es decir, a lo largo de ella–, se menciona y muestra un sinnúmero de animales que, en mi opinión, tienen diversas funciones. En este escrito, tengo como
objetivo rescatar algunas de las citas que, en esta obra monumental, se relacionan con animales y, tomando éstas en cuenta, realizar un ejercicio tipológico. Para estos fines, la presente comunicación estará dividida en tres apartados: a) Breve contexto histórico del
Segundo Imperio Mexicano; b) Explicación del concepto Novela total y el caso de Noticias del imperio; y, c) Hacia una tipología zoológica en esta obra de Fernando del Paso.


Penélope Marcela Fernández Izaguirre, (Universidad Nacional Autónoma de México), “Dicen hay monos libres, yo no he visto sino infinitos monos prisioneros”: Consideraciones morales sobre los animales en la poesía de José Emilio Pacheco”

Cuando José Emilio Pacheco, en sus poemas, escribe sobre las montañas o sobre el lago y río que poco a poco son destruidos para satisfacer las nuevas necesidades humanas, no podemos sino imaginar un entorno apocalíptico en el que la naturaleza se lleva la peor parte. Dicha catástrofe incluye también a los animales. Así, la pluma de José Emilio Pacheco realiza una fotografía hablada de una sociedad “destructiva”, pues en este escenario de desastre de poca o nula ética ambiental, también el pez agoniza como consecuencia de la contaminación del agua y el ave peligra ante la eminente desaparición de su hábitat.
Además, la visión y reflexión del poeta y escritor ante la aterradora crisis suscitada por los desenfrenados cambios y prácticas de la humanidad, permite, a través de esta intervención, analizar en algunos poemas, otro aspecto que se deja ver entre líneas y que no está relacionado con el ecologismo: la constante discriminación moral en la articulación del mundo moderno en su relación con los animales. Criterios útiles para identificar consideraciones morales sobre los animales en la poesía de José Emilio Pacheco.
 Así, una vez más, el trágico impulso humano es, como el mismo Pacheco dice, “destruir lo mismo al semejante que al distinto”; de tal forma que la ballena sucumbe ante el arpón del pescador, el zorro es asesinado por el cazador; la vida del cerdo termina en el matadero y el mono, el rinoceronte y el tigre son condenados a cadena perpetua en un zoológico.


Xochiquetzalli Cruz Martínez, (Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa), “Ahora soy un axolotl”: una visión de la otredad en un cuento de Julio Cortazar”

En el año 1952 apareció en la Revista “Buenos Aires” el cuento “Axólotl” de Julio Cortázar. Desde su aparición esta joya de la narrativa hispanoamericana ha sido estudiada desde diferentes enfoques: el psicoanálisis, los estudios poscoloniales, la etnografía, etc. En este caso, la propuesta de esta comunicación es analizar dicho cuento desde la antropología literaria y el simbolismo animal con el fin de sugerir una interpretación de la construcción del “otro” a través de la comparación y la descripción sucinta, que hace el narrador-protagonista de los ajolotes albinos, a los cuales mira obsesivamente. Culminando, dada con la misma proximidad de relación, en la transformación narrativa de uno en otro y viceversa, hasta que ambos se funden en ese acuoso y húmedo abismo ontológico en el que, dicho sea de paso, cada uno de nosotros nos sumergimos en algún momento de la existencia.


Javier Neri Díaz (Universidad de Sonora), “Representaciones de la figura del gato en la literatura japonesa: Soy un gato, Cat Town y Kafka en la orilla

A través del concepto de zoopoetics, se busca realizar un análisis comparativo de la figura del gato en tres novelas japonesas contemporáneas, pertenecientes a algunos de sus autores más consolidados: Haruki Murakami, Natsume Soseki y Sakutaro Hagiwara. El término zoopoetics, introducido por Jacques Derrida y ampliado por la crítica literaria anglosajona, puede definirse actualmente como la poética de aquellos textos donde los animales tienen un papel imprescindible para consolidar un fin obtuso e inescrutable en el lenguaje literario. Textos que predican desde una conexión y compromiso con las figuras animales, o bien con la animalización, para examinar las culturas textuales como la personificación de una intimidad con otras especies. La finalidad de este trabajo es realizar apuntes donde se indague en la recurrencia de la figura del gato en la literatura japonesa por medio de una contextualización; mencionar las principales características de dicha figura en las obras señaladas, y presentar la forma con la que podemos explicar, desde la zoopoetics, dicha recurrencia simbólica como parte de una configuración estético-literaria distintiva.