MESA 1: Animales y religión
Marcos
Cortés Guadarrama (Universidad
Veracruzana, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), “De
animales e insectos en elFlos sanctorum”
En el ámbito hispánico, las vidas de santos fueron una de las lecturas
más influyentes de la Edad Media y de los Siglos de Oro. Pero aun cuando el
discurso hagiográfico evolucionó con el paso del tiempo, experimentando el
cambio de los gustos, las modas y las formas propias de los siglos XVI y XVII,
la literatura hagiografía siempre ha conservado, en la mayoría de los casos, la
candidez y la frescura narrativa del Flos
sanctorum castellano medieval.
Sin embargo, si hacemos
una rápida evaluación de los textos que componen a esta obra, nos sorprende
encontrar una abundante repetición de acontecimientos, de situaciones similares
y una débil individualización de los personajes. El numeroso grupo de vidas
santos mártires, vírgenes, predicadores, etc., parecen réplicas
superficialmente diferenciadas de un arquetipo en común. No obstante, el placer
textual que hoy encontramos en el Flos
sanctorum castellano medieval se debe a que dichos héroes cristianos y sus
milagrosas hazañas están en constante convivencia con todo tipo de animales. En
efecto, desde bestias de naturaleza fantástica, como el dragón; animales de
caza, como el ciervo; animales de carga como, el buey; hasta insectos, como las
avispas; y todos estos animales e insectos le otorgan a un texto netamente
religioso ––donde Dios y el espíritu del mal son los protagonistas, y donde el
hombre es, a la vez, el actor y lo que está en juego––, unas pinceladas de
folclor que, además de aproximar a la hagiografía al encanto de las narraciones
orientales, celtas, etc., contribuyen a la caracterización de cada una de las
vidas santos compiladas.
Así pues el propósito
será analizar el papel que juegan los animales e insectos presentes en uno de
los primeros incunables de la Península Ibérica: el Flos sanctorum con sus ethimologías.
Tania
Jiménez Macedo (Universidad Nacional Autónoma de México), “Aliados del cielo: el papel de los animales en los
milagros marianos escritos por Francisco de Florencia”
El milagro
fue un microgénero narrativo de suma importancia en la producción literaria de
la Nueva España. Durante el siglo XVII apareció en prácticamente cualquier tipo
de escritos de carácter religioso, puesto que resultaba un vehículo ideal para
la divulgación de contenidos piadosos y didácticos. Entre los exponentes más
notables se encuentra el jesuita Francisco de Florencia, sin duda, uno de los
eruditos más destacados de la época, por sus contribuciones a la cultura
criolla virreinal. Tenaz difusor del culto mariano, escribió una extensa obra
que tuvo como tema central las imágenes y los santuarios novohispanos de la
Virgen María.
En libros como Origen de los dos célebres
santuarios de la Nueva Galicia (1692),
Zodiaco mariano (1755), La estrella del norte de México (1688)
y La milagrosa invención de un tesoro escondido (1685), el padre
Florencia incluyó colecciones de relatos de milagro que guardaban una
constante, propia además de este tipo de textos en el siglo XVII: la presencia
de los animales como actores en la trama. En este ensayo me propongo analizar
los distintos papeles que cumplen ciertas criaturas del reino animal en la
narración y los diferentes vínculos que establecen con el ser humano y con lo
sagrado, en particular, los casos del caballo, el gato salvaje y el cerdo, que
en estas historias llegan a aparecer como “devotos” muy peculiares o incluso
alguno como un “ayudante” de Nuestra Señora que impide que un alma pecadora se
pierda. En los textos del escritor jesuita quedan confrontados el enfoque
bíblico, doctrinal –las bestias al servicio del hombre por designio divino–, y
el folclórico –como seres espirituales y ayudantes de la divinidad–.
Nancy
Méndez (Universidad Autónoma Metropolitana), “Variedad simbólica de los
animales en Los sirgueros de la virgen sin original pecado”
No resulta una novedad que en Los Sirgueros de la virgen sin original pecado (1620), ─novela
pastoril a lo divino─ cuya finalidad del autor, Francisco Bramón, es
entregarnos un compendio teológico sobre el misterio de la Inmaculada
Concepción y una muestra de la variedad de géneros literarios que abundaban en
el virreinato, aparezcan animales dentro de los dos primeros libros y el auto
sacramental que aparece al final del texto. Lo que parece interesante es la
perspectiva en que se utilizan en la obra: desde el uso poético de los
jilgueros para el locus amenus
pastoril; el tratamiento teológico de la representación del tetramorfo en el
arco triunfal; la comparación de la virgen con el ave fénix en un emblema hasta
la simbología mexica de la sugestiva imagen del águila sobre el nopal que
aparece en los escudos en la danza final o tocotín. En el presente análisis
observaré la importancia simbólica de dichas representaciones
Bárbara
Skinfill Nogal (El Colegio de Michoacán, Centro de Estudios de las Tradiciones
) "Los peces en el Mondo Simbolico/Mundus Symbolicus de Filippo
Picinelli"
El Mondo Simbolico del
abad milanés Filippo Picinelli, publicado en su lengua original en 1653, es una
enciclopedia de empresas y emblemas que estaba destinada primordialmente a los
predicadores, aun cuando su autor amplíe el círculo de sus destinatarios a los
“Oradores, Académicos, Poetas”, entre otros. Pronto se convirtió en un libro de
referencia, a tal punto que se tradujo al neolatín como Mundus Symbolicus 1680,
lo que contribuyó en gran medida a su extensa difusión y repercusión en los
distintos ámbitos de la cultura europea y americana de los siglos XVII, XVIII y
principios del XIX.
De los trece libros que conforman “El mundo natural” de
la obra, cinco están dedicados a los animales. Estos seres irracionales ocupan
un lugar relevante dentro del Mondo Simbolico, porque a través de ellos el
hombre podía conocer a Dios, aprender de ellos sus virtudes y vicios, y extraer
de ellos normas morales para regir sus actos. En este trabajo daré a conocer la
zoología simbólica que Picinelli desarrolló sobre los peces y, al mismo tiempo,
las metamorfosis morales que sufren estos seres acuáticos, así en un solo
animal convive la sinceridad y la hipocresía, Dios y el diablo, es decir,
virtudes y vicios de la misma manera que se presentan en el ser humano. El
autor confrontó continuamente la conducta y la naturaleza de estas bestias con
el comportamiento del hombre a fin de obtener muy buenos ejemplos didácticos
destinados a la enseñanza de la doctrina cristiana y de la moral pública
MESA 2: Intervenciones caninas en la
literatura
María de Lourdes Santiago Martínez (Universidad Nacional Autónoma de México), “El perro en la antigua Roma: animal de trabajo y de compañía”
El perro era
un personaje necesario en la vida de los romanos, formaba parte de la familia y
en ella tenía asignadas diversas funciones, ya como animal de trabajo ya como
animal de compañía. Como animal de trabajo, Columela distinguía tres diferentes
tipos de perro: el perro guardián (villaticus
canis), el perro pastor (pastoralis
canis) y el perro de caza (venaticus
canis), aunque, según otros autores, cualquiera de estos tres tipos podía
granjearse con su ternura el favor del amo y volverse su favorito, para después
permanecer en casa, libre ya de tareas, como compañero de juego de los niños.
Sin embargo, algunos perros eran elegidos ya desde cachorros (catuli) como mascotas, en especial las
perras de pequeñas especies (catulae),
porque, al tener un carácter más dulce que los machos, rápidamente ofrecían
cariño y compañía a mujeres y ancianas solitarias. De la mano de autores como
Columela, Plinio el Viejo, Petronio, Ovidio y Marcial, entre otros,
descubriremos la función asignada a cada tipo de perro, a partir de sus
características físicas y anímicas, y a partir de sus costumbres; así como las
relaciones afectivas que los amos establecían con ellos y los cuidados que les
brindaban.
Juan
Manuel Aguilar Antonio (Universidad Nacional Autónoma de México),
"Vidas caninas: reflexiones en torno al perro en la literatura de Virgina
Woolf, Milan Kundera y Sivina Ocampo"
El
perro nunca ha sido el animal predilecto de la literatura, y mucho menos, el de
los escritores. Si tuviera que escogerse a aquel ser que ocupa ese puesto,
inevitablemente, se señalaría al gato, debido al carácter de independencia y
noctambulismo que representa. Sin embargo, los perros ostentan un sinfín de
cualidades que la mayoría de las veces son inalcanzables para el hombre, como
la lealtad, nobleza e incondicionalidad. Facultades que aprecia todo ser humano
pero que en su actuar le son imposibles de mantener. Ante esta perspectiva, el
perro se presenta como un ser resuelto, un animal sobre el cual no existen
misterios y en el que no se materializa la incertidumbre, principal motor de la
ficción, la cual ama el drama y las tramas intrincadas.
No
obstante, a pesar de esta condición el perro ha tenido momentos cúspide en la
obra de varios grandes escritores, tales como Virgina Woolf, Milan Kundera y
Silvina Ocampo. En el que más que presentarse como un enigma, el perro se
transforma en un noble compañero, que sin comprender las emociones y problemas
de la sociedad, permanece junto a las personas que ama con cariño y lealtad
hasta donde la brevedad de su vida lo permite.
Salvador
Calva Carrasco (Universidad Nacional Autónoma de México), "Sobre
el tiempo y sus límites en la zoología poética de Borges"
Como el
laberinto y el espejo, el tigre es uno de los símbolos ―para utilizar los
propios términos del argentino― que se asocia normalmente a la figura y las
letras de Borges; sin embargo, no es el único animal que puebla las líneas de
su literatura. Con honrosas excepciones, la crítica ha reparado escasamente en
la zoología borgeana y, más aún, en los vínculos que se pueden establecer a
través de sus múltiples figuras. El tigre y otras especies felinas (jaguar,
pantera) han sido profusamente estudiados, no así el resto de los animales que
aparecen, sobre todo, en su poesía, a saber: un ciervo, un bisonte, un
ruiseñor, un caballo, un gato, entre otros.
Una lectura somera por lo que he
denominado zoología poética de Borges, es decir, poemas cuyo eje temático es un
animal, muestra un conflicto constante entre el tiempo del yo lírico y el
tiempo de la criatura. Por un lado, el yo lírico envuelve en circunstancias
determinadas al animal ―pese a que éste las ignore de por sí― con la intención
de buscar en él una “realidad” más allá de los signos; por otro, dicho
procedimiento evidencia en el propio yo lírico la “inutilidad” del tiempo y el
espacio frente a una criatura que vive en un “eterno presente”. Para comprobar
lo anterior me detendré en los poemas “El otro tigre”, “El oro de los tigres”,
“El tigre”, “La pantera”, “Al coyote”, “La cierva blanca”, “El bisonte”,
etcétera, porque creo ver en ellos una preocupación de fondo mayor que sólo es
posible a través de la confrontación de los destinos y la concepción del tiempo
de los hombres frente al “tiempo” vivido de los animales.
MESA 3: Mirabilia y animales
Gerardo Altamirano Meza (Universidad Nacional Autónoma de México), “El catálogo de las bestias en Le Roman de Thèbes”
De
entre las obras que integran la llamada triada de matière antique, el Roman de
Thèbes (ca. 1150) representa cronológicamente la primera que, para su
época, actualiza las narraciones de materia clásica. Como su hipotexto, La Tebaida de Estacio, el Roman
da cuenta de la lucha fraticida entre los hijos de Edipo –Polínices y Tideo–,
así como del asedio y conquista a la gloriosa ciudad fundada por Cadmo, Tebas.
Sin embargo, todos estos acontecimientos se sitúan en un contexto medieval.
Ahora
bien, entre los momentos épicos, empero, la presencia animal es fundamental
para la historia que narra el clérigo. De esta manera, por las páginas del
texto desfilan grifos que custodian caminos, la célebre esfinge –mitad mujer,
mitad bestia– que lanza su temible acertijo, caballos más veloces que aves,
serpientes amaestradas, cebras que jalan carros de guerra, así como un ave
autómata que adorna una tiendas militar y que, gracias a la energía térmica que
le infunde el Sol, tiene la capacidad de lanzar fuego por su pico.
En
esta comunicación, tengo como objetivo dar cuenta de la presencia animal en la
obra referida, así como develar las funciones que cada bestia tiene. Para
lograr lo anterior, primeramente se dará un contexto de la obra y después se
intentará un diálogo que tenga como objetos de estudio tanto los fragmentos en
los que aparecen animales en el Roman,
así como su relación con otras obras, como el bestiario, el Roman d’Eneas ( o el hispánico Libro de Alexandre (ca.1270).
Claudia
Raposo (Universidad de Buenos Aires), "Imaginario animal en la
literatura castellana de la primera mitad del siglo XIII: el Libro de
Alexandre”
En la Edad Media, dominada en su mayor
parte por una visión neoplatónica del mundo, los animales revistieron una
importancia especial, ya que eran una cifra en el mundo visible del invisible
mundo espiritual, que había que saber descifrar. Pero aún cuando esta manera de
interpretar la realidad declinó, con el ascenso del pensamiento aristotélico en
el siglo XII, los animales siempre mantuvieron su relevancia. De esto da
testimonio su extendida presencia, ya sea como ornato significativo en la
arquitectura del período, en los escudos y las enseñas, ya sea integrados en
una variedad de discursos, literarios o no. Dentro de los discursos literarios,
el uso de animales se aplica en una amplia variedad de recursos retóricos,
algunos no siempre fáciles de identificar. La presente comunicación intenta
relevar esta presencia animal en una obra capital de la literatura medieval
hispánica, el Libro de Alexandre, que
es particularmente abundante si la comparamos con otras producciones de la
primera mitad del siglo XIII. Trataremos de establecer en la medida de lo
posible su filiación, analizar su
funcionalidad en el texto y en relación con otros textos, y determinar, con las
dificultades y prevenciones que implica la distancia temporal que nos separa de
la obra, los vínculos con el momento sociohistórico en que fue concebida. Por último, reflexionaremos sobre las
dificultades que entraña para el medievalista abordar este polivalente objeto
de estudio.
Nashielli
Manzanilla Mancilla (El Colegio de México), “El león: motivo bélico y
maravilloso en el ciclo del Amadís de Gaula”
El león es un
elemento visual y textual presente en los libros de caballerías, especialmente
por la función heráldica e icnográfica que desarrolla en estas obras. Este
animal adquiere diversas connotaciones simbólicas por el sentido y por el
significado que se le otorga, por ejemplo en la caracterización del personaje o
por su aparición en episodios particulares, significativos, como la investidura
caballeresca.
En esta comunicación me centraré en estudiar la
función del león como un motivo bélico y un motivo maravilloso dentro del ciclo
del Amadis de Gaula, concretamente en Amadís de Gaula, Las
Sergas de Esplandian, Lisuarte de Grecia y Amadís de Grecia,
para mostrar cómo su utilización y las refuncionalizaciones con las que aparece
este animal en algunas narraciones del ciclo amadisano resaltan muchos aspectos
esenciales para la configuración del caballero protagonista.
Simón
Andrés Villegas Bedoya (Universidad de Antioquia, Colombia), “El
alano, el azor y el caballo: animales maravillosos en el Libro del caballero
Zifar”
En su viaje a las Islas o Ínsulas Dotadas, Roboán, el hijo menor de Zifar,
es tentado por el diablo a solicitar de su esposa, la emperatriz Nobleza,
sucesivamente tres animales para su propia honra y regocijo: un alano, un azor
y un caballo. Estos animales, de pleno carácter maravilloso por las
circunstancias de que surgen y se ven rodeados, cumplirán una función de
importante significado para el destino de Roboán en el reino encantado de
Nobleza. En efecto, es justamente la codicia que por la posesión de estos
animales siente el joven hijo de Zifar el elemento que determina la tragedia
final que debe afrontar este personaje: el rechazo de su esposa y la expulsión
de las Islas. Así pues, el objetivo de este trabajo es demostrar y explicar la
relevancia que los tres animales maravillosos poseen en este episodio de la
gesta de Roboán.
MESA 4: Animales y magia
Paola Zamudio Topete (Universidad Nacional Autónoma de México), “La serpiente femenina en los libros de caballerías: doncellas, magas, encantamientos y metamorfosis”
La figura de la mujer
serpiente recorre imágenes y textos de diversas tradiciones y épocas.
Mesopotamia, por ejemplo, representaba a sus primeras diosas con figuras
serpentinas, el poema épico babilónico Enuma
Elish contaba la historia de la divinidad Tiamat a quien se dibujaba como
mujer serpiente unida al elemento acuático y la Antigüedad grecolatina tenía su
mejor representación en Equidna, monstruo híbrido con cuerpo de serpiente, y
Lamia, ser híbrido mitad serpiente, cuya imagen femenina se encontraba en los
pechos y en la cabeza.
En la literatura caballeresca
también hay algunos ejemplos representativos como el de Tirant lo Blanc que contiene la historia del dragón doncella con la
que se encuentra el caballero Espertius en la isla de Lango, o el Orlando Enamorado, cuya mujer serpiente
se encuentra en una tumba que abre el héroe Brandimarte. Siguiendo la
tradición, las novelas de caballerías hispánicas también recurrieron a la
imagen de la mujer serpiente pero introdujeron variaciones en las que esta figura
se vinculaba más con las doncellas de los caballeros o sus magas protectoras.
Pero ¿de qué forma se introduce en los textos?, ¿cuáles son sus características
principales y función? Esta comunicación es un intento por contestar estas
preguntas y analizar a la mujer serpiente siguiendo su figura a través de las
distintas obras que le dieron cabida.
Alfonso Padrón Martínez (Universidad Nacional
Autónoma de México), "Ingredientes animales en los hechizos medievales,
el caso de La Celestina”
Dentro de los arquetipos que la literatura española dio al mundo de las
letras está el de la celestina o alcahueta, perfeccionado por Fernando de Rojas
a partir de la trotaconventos del Arcipreste de Hita. Sin embargo, antes de ser
una intermediara entre los amantes Calixto y Melibea, Celestina es sobretodo y reconocida por todos
como una bruja y hechicera, capaz de remendar virgos y doblegar voluntades con
la philocaptio.
Ahora bien, aun cuando ella puede llevar a cabo pactos
satánicos, existe un factor indispensable en su oficio: la utilización de
diferentes ingredientes de origen animal, ya sean fantásticos como ala y uña de
draco o cotidianos como sangre de murciélago y ojos de loba. Ciertamente, el
imaginario popular pinta sin excepción alguna a las brujas en compañía de
animales nocturnos o relacionados con lo nefasto y fatídico, como gatos negros,
lobos y cuervos, lo cual funciona en el plano semántico-cognitivo como un
refuerzo de su papel negativo-maléfico y su proximidad con el ámbito demoniaco.
Es mi objetivo señalar el papel de los animales como
ingredientes obligados en los actos de brujería en la Edad Media, en específico
en La Celestina, pues Fernando de
Rojas plasma todo un “recetario” ideológico sobre qué animales y qué partes son
las que necesita una hechicera para ejercer su oficio y con ello reafirmar su
función dentro del imaginario colectivo que a pesar del paso del tiempo sigue
vigente en la sociedad moderna, como es el caso de México, Nueva Orleans, Haití
o Cuba.
Xochiquetzalli
Cruz Martínez (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), “Sobre
anfibios e insectos: un hechizo novohispano para ganar el amor de una fembra”
Desde tiempos inmemoriales la magia ha sido parte
del conocimiento del orbe en las sociedades primigenias hasta la actualidad.
Así, desde el punto de vista de la historia de las mentalidades ésta es un
sistema simbólico. De allí, partiendo de
la aseveración casseriana de que el
ser humano es un homo simbolicus, es
lógico pensar que este sistema sea parte fundamental para explicar la visión de
mundo del hombre, la posición qué ocupa
además de su evolución con respecto a lo “otro” con el fin de dar forma y comprender
su contexto cultural. Por lo tanto, en esta comunicación nos ocuparemos de
estudiar un hechizo intercalado dentro del volumen 1131, expediente exp.
4, fol(s) 116r-117v del Ramo inquisición del Archivo General de la Nación de México
imputado a un soldado alemán llamado Agustín Kelin en 1743, quien le dijo a
otro militar cómo obtener el amor de cualquier mujer utilizando una rana y un
hormiguero. De esta manera, desentrañaremos a través del simbolismo zoológico
los hilos amorosos que tejen esta historia y con ello trataremos de contribuir un poco al vasto
campo del estudio la literatura de la Nueva España.
MESA 5: Bestiarios, tradición y trascendencia
Néstor D. López Reyes (Universidad Autónoma
Metropolitana-Iztapalapa), “La bella y las bestias. El manejo del Bestiario
Medieval en la construcción del personaje femenino en la tragedia
calderoniana"
La herencia
cultural-alegórica de los bestiarios es una fuente de la que bebe Pedro
Calderón de la Barca para procurar un aspecto didáctico intrínsecamente
reflejado en la construcción de sus tramas y personajes. Si bien el Bestiario
tiene una tradición medieval antigua, su influencia se deja sentir directamente
en el contexto español áureo renacentista, viéndose reflejado en sus
representaciones literarias y artísticas. En el caso concreto del dramaturgo
aludido, sus piezas reflejan alusiones y menciones a las bestias, así como toda
una gama zoológica, puesto que tienen la función específica de ser un parámetro
por medio del cual el espectador promedio de la época puede identificar el
valor moral que se halla en la trama, mediante una imagen zoológica. Mi
propósito es identificar la utilización del elemento del bestiario en la
construcción de un personaje en la pieza dramática La cisma de Inglaterra (1627 aprox.), específicamente de Ana Bolena,
ya que su identificación y comparación con las bestias es esencial para
comprender tanto su carácter como la imagen que el espectador tiene de ella a
partir de esta analogía, todo con la intención de apreciar cómo un elemento
antiguo puede ser revalorado por un notable comediógrafo moderno. De esta
manera pretendo mostrar el valioso peso cultural medieval en obras de corte
barroco y el significado que su influencia pueda tener en la ideología
posterior al periodo medieval.
Lis Montoya Hernández (Universidad Autónoma
Metropolitana-Iztapalapa), “La presencia del Bestiario en los sonetos
amorosos gongorinos"
Luis de Góngora y Argote, fue uno de los
principales autores del Siglo de Oro Español. Su influencia llegó a abarcar a
varios poetas posteriores a su época. La
obra del poeta cordobés, consta de romances, letrillas, sonetos, 3
largos poemas (Fábula de Polifemo y Galatea, Soledades y Panegírico al duque
de Lerma) y dos obras dramáticas (Las Firmezas de Isabela y Doctor
Carlino).
Considerando su etapa temprana como compositor de
poemas he tomado en cuenta para el presente análisis los Sonetos Amorosos.
Lo que se pretende realizar en éste trabajo es la influencia del Bestiario Medieval en 12 de los 45 poemas amatorios, con el fin
de rendir cuenta de cómo Góngora incorpora características de animales en sus
sonetos y cómo estos cumplen con una función específica en los mismos. El
análisis irá enfocado en agrupar algunos sonetos con algún animal aparecido en
los Bestiarios. Así, en conjunto con
las alusiones mitológicas, las figuras retóricas, la perífrasis, entre otros
elementos, veremos cómo el poeta realizó composiciones llenas de artificio y
calidad estética, pero sobre todo, veremos cómo refuncionaliza los recursos
técnicos para presentarnos composiciones poéticas llenas de belleza ornamental,
donde uno de los ejes principales, es la imagen de la mujer, pero también, la
presencia del Bestiario, será
importante, debido a que cada animal citado, cumple una función importante en
cada poema
Ana Elvira Vilchis
Barrera (Universidad Nacional Autónoma de México), “El hombre como
protagonista del Bestiario de Arreola”
Decir que el Bestiario de Arreola es una obra de gran
actualidad, y que el lector puede encontrar muy cercanos algunos de los textos
que la componen, son afirmaciones paradójicas. En primer lugar, porque a pesar
de la innegable actualidad de la obra, Arreola retoma en ella una tradición que
se remonta a los clásicos; y en segundo lugar, porque, pese a que el lector
puede sentir la obra como algo cercano a su tiempo, el Bestiario se acerca al lector mediante el distanciamiento. Si bien,
como su nombre lo indica, los bestiarios suponen ser obras que describen y dan
cuenta de una serie, generalmente variada, de animales —reales o ficticios—, el
ser humano se encuentra profundamente presente en ellos. La forma en que el
hombre, como autor, lector o personaje, aparece y se esconde en la obra, es lo
que se pretende analizar en este trabajo, como una característica ya presente
en la tradición de los bestiarios —retomando principalmente los medievales— que
se renueva y resalta en la obra de Arreola.
Zarahemla
Aguilar Rodríguez (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), "Lo
maravilloso y lo fantástico. Una comparación entre los bestiarios y el Manual
de zoología fantástica de Jorge Luis Borges"
En el
medioevo, los seres extraordinarios y los hechos prodigiosos poblaron la
cotidianeidad. Los autores de los bestiarios y de los libros de viajes
efectuaron una labor sumamente importante, pues recrearon la realidad;
divulgaron sus ideales, los cuales fueron adoptados por la sociedad. Lo
exótico o lo extraño nunca dejó de fascinar a los autores de los bestiarios y
de los libros de viajes. Lo maravilloso, como lo concebimos hoy en día, no fue
tal para la Edad Media, sino que constituyó la noción de verdad para tratar de dilucidar el entorno
factual. En nuestros días los paradigmas han cambiado, por tanto estos seres se
nos imponen como fantásticos. Jorge Luis Borges nos presenta un atractivo
manual de zoología e integra animales y monstruos cuya existencia fue vigente
durante determinada época. Ahora, la esencia de estos seres resulta eminentemente
literalizada. Tanto los bestiarios como el manual de Borges poseen aspectos
estéticos, ambos pretenden deleitar, sin embargo, a los primeros se los forjó
para divulgar su contenido verídico; el segundo nos otorga información a partir
de diversas fuentes y para los lectores resulta siempre una obra de carácter
fantástico. Al compendio de animales se lo ha despojado de su verdad para dar
lugar a la ficción mediante la poiesis
artística.
MESA 6: Animales alados
Rubén Borden Eng (Universidad
Nacional Autónoma de México), "Itzamnaaj y el colibrí: una breve
nota en torno al vaso K8008 de Tikal”
Al interior de la sociedad
maya precolombina, los vasos pintados eran objetos de gran prestigio que
servían para elevar el estatus social de sus propietarios. En ellos, es posible
encontrar tanto diseños geométricos como figuras naturalistas, al igual que escenas
palaciegas y mitológicas ocasionalmente acompañadas de textos jeroglíficos,
cuya variedad abarca, desde las cláusulas simples y de etiquetado, hasta los
diálogos que entablan los personajes que participan dentro de una circunstancia
concreta. La unión de texto e imagen en este tipo de vasos les ha conferido un
singular valor, debido a la gran cantidad de información que nos ofrecen sobre
ciertas prácticas políticas y culturales. Así pues, en esta breve presentación,
abordaremos algunos de los elementos que configuran la famosa escena mitológica
de Itzamnaaj y el Colibrí, pintada sobre el vaso K8008 (MT176) de Tikal, a
partir de sus características tipológicas e iconográficas, en relación con el
diálogo que establecen ambas entidades, y la función del texto y de la imagen
en correlación con el objeto sobre el que se hallan plasmadas.
Lilián Camacho Morfín, (Universidad Nacional Autónoma de
México), “Las aves en la Galatea de Miguel de Cervantes”
Un
aspecto caracterizador de la literatura pastoril constituye la presencia de
diversas aves, las cuales no sólo sirven como marco para las historias que se
cuentan, sino que también cumplen con funciones simbólicas, metafóricas,
culturales y caracterizadoras de personajes. En esta ponencia se estudian las aves
presentes en La Galatea, se ofrece un
inventario de las mismas y se muestran las funciones en relación con la trama,
a fin de demostrar que la escasa presencia de las mismas se debe a que
Cervantes da prioridad a la emoción de los personajes y a la narración de sus
aventuras sobre la caracterización del espacio, a diferencia de lo que ocurre
en el Quijote.
Gloria Libertad Juárez San Juan (Secretaría de Educación Pública), “«También
yo soy carpintero / cuando estoy con mi muchacha»: el pájaro carpintero en
algunas manifestaciones de la tradición oral mexicana”
En la tradición oral mexicana la presencia de las
aves es sumamente importante y reveladora: en la lírica, dicha presencia es
abrumadora y se perfila como una herencia indígena. Estas aves, además de volar
y trinar, hablan “de veras” como los humanos por medio de una imaginación
fabuladora. En la narrativa tradicional
mexicana, por su parte, la presencia de las aves —en ocasiones— toma un matiz
distinto, puesto que suele estar relacionada con mitos y/o creencias populares
regionales.
Este es el caso del pájaro
carpintero, singular ave cuya presencia se ha documentado en leyendas
veracruzanas y huastecas; en un son de Xantolo y en los sones “El pájaro
carpintero” y “El querreque”, la pieza yaqui “El carpintero”, además de algunas
otras manifestaciones musicales regionales en el país.
MESA 7: Latinoamérica periplo de los animales literarios
Karla
Guadalupe González Niño (Universidad Nacional Autónoma de México), “Animales
ocultos. Un acercamiento a la narrativa de Amparo Dávila”
Sin lugar a dudas los animales han suscitado en el hombre una conexión
sorprendente. No sólo por la gran acogida dentro de las tradiciones religiosas,
que responde a la constitución del mundo y el ser humano, sino por su entrada
en el imaginario colectivo. La literatura no ha dejado de participar en esta
relación, a veces formándola y en otras ocasiones destruyéndola. La producción
de Amparo Dávila conjuga ambos puntos. La tradición animalística de corte
fantástico está latente en sus cuentos, sin embargo, siempre queda contenida,
al borde de mostrarse plenamente. Quizá la magia de su narrativa escriba en el
refinado ocultamiento de la identidad de los animales, personajes a todas luces
ambivalentes. El lector está en perpetuo conflicto, sin poder inclinarse por
una interpretación se maravilla con la pluralidad de significados. El presente
trabajo busca explorar la peculiar creación de figuras animales o animalizadas
presentes en sus cuentos, con el fin de develar su condición fantástica y experimental,
sin olvidar su importancia dentro de la narrativa mexicana contemporánea
María
del Rocío García Rey (Universidad Nacional Autónoma de México), “Carmen
Lyra y los cuentos de tío Conejo”
En
este trabajo rescataremos la figura del tío Conejo, misma que recreó la
costarricense Carmen Lyra, mediante cuentos infantiles que forman parte del
emblemático libro: Cuentos de mi tía
Panchita.
Mostraremos
que los cuentos del tío Conejo son una recreación y reescritura que hace Lyra,
pues dicho personaje es parte de la llamada literatura folclórica
latinoamericana. Aunque además, Lyra hace mención de la influencia de los
cuentos de “Uncle Remus” del norteamericano Joel Chandler (1848- 1908).
Haremos, por ello, un somero
contrapunteo entre el tío Conejo que presenta Lyra y otras versiones de América
Latina.
Asimismo
presentaremos los diversos cambios que se implementaron en el personaje durante
los primeros años de la década de 1920,
en Costa Rica.
Aída Rodríguez
Barroso (Universidad Nacional Autónoma de México), "«Seu cheiro
hortelá e alecrim». Análisis de «Los dragones no conocen el paraíso», de Caio
Fernando Abreu"
Análisis de forma y fondo del cuento “Los dragones no
conocen el paraíso”, en el cual se abordará cómo Caio Ferrnando Abreu, a partir
del uso de ciertos recursos estilísticos (como la repetición, el empleo del
punto y seguido, párrafos breves, el tipo de adjetivación, etc.), invierte los
valores del imaginario clásico que se tiene en torno a los dragones para
elaborar una alegoría sobre la vida con otro, la compañía, la soledad...
La voz narrativa cuenta cómo prepara paraísos
artificiales llenos de objetos, símbolos
de los presentes que generalmente se dan los enamorados, sólo para que la
criatura se quede, pero para desgracia
del narrador viene y va, no “permanece”. Mi ensayo tendrá en cuenta los
referentes clásicos de la figura mitológica y cómo el escritor brasileño los
retoma y también los contradice a lo largo de este cuento, el cual da nombre a
la serie de relatos que, en palabras de su autor, “son una novela móvil o un
libro de cuentos que giran en torno al amor y la muerte”.
El ambiguo dragón
de escamas verdes y azuladas huele a “hierbabuena y romero”, de ahí el
título de mi trabajo.
MESA 8: ¿Bestia humana u hombre animalizado?
Yazmín Victoria Huerta Cabrera (Universidad Nacional Autónoma de
México), “La bestialidad del hombre como origen del mal en Boecio”
La destacada
carrera política de Anicio Manlio Severino Boecio se eclipsó en el año 524 d.
C. a causa de la imputación del crimen de lesa majestad en contra del rey
Teodorico. El veredicto de esa injusta acusación fue la sentencia de muerte y
la confiscación de sus bienes. Boecio fue encarcelado en Pavía y aguardó el
momento de su ejecución; mientras estuvo recluido escribió su magna obra, La
consolación de la filosofía, en la cual expuso su indignación por las
intrigas políticas y por el castigo inmerecido que le ocasionó la pérdida de su
cargo burocrático, reputación y fortuna. Afligido por su situación y defraudado
por la suerte, estalla en un duro reclamo: ¿cómo es posible que Dios, ser
omnipotente, permita la existencia del mal? ¿por qué los hombres malvados
quedan impunes? La Filosofía le ayuda a Boecio a encontrar respuesta a sus
interrogantes a través de un diálogo racional consigo mismo con el fin de
aquietarlo y devolverle la ecuanimidad. Los planteamientos presentados dan pie
al autor para desarrollar una reflexión sobre el origen del mal, cuestión que
desarrolla en el libro IV de su producción. Boecio, valiéndose de la
comparación con ocho animales, fundamenta su postura sobre la justificación del
mal en el mundo. La presencia de los animales en la obra literaria de Boecio
(IV. 3. 17-21) sirve para simbolizar los vicios de los hombres, los cuales,
impulsados por varios motivos, se despojan de su condición humana y transforman
en bestias. El objetivo de la exposición consiste en presentar la concepción
del autor sobre el tema del mal y destacar el simbolismo de los animales con
las pasiones humanas.
Robinson Ayala Mejía (Universidad de Calgary,
Alberta, Canadá), "Representación animalesca en Don Quijote:
Correspondencia identitaria entre animal y dueño"
Tradicionalmente,
la atención crítica de la novela cervantina se ha enfocado en dilucidar las
personalidades e identidades de los principales protagonistas, es decir la del
Caballero de la triste figura y la de su escudero. En este afán crítico ha
girado alrededor de la influencia de la imprenta y el libro en el cambio de
conducta de los individuos. Sin embargo, la crítica poco ha fijado su atención
en la presencia animal en Don Quijote. El texto cervantino está repleto de
referencias a los animales que acompañan a mucho de los personajes. Desde el
principio de la novela se nos dice que don Alonso Quijano poseía un « rocín
flaco y [un] galgo corredor » (27); la figura de Sancho Panza está siempre
relacionada, aun en la cultura popular, a su bien amado asno, su rucio. Pero
lejos de ser los únicos personajes animales, la novela contiene alusiones a
armiños, burros, cabras, hurones, leones, mulas, ovejas, perdigones, junto con
diversas variedades de caballos (palafrenes, hacaneas, yeguas) y perros
(galgos, podencos). Cada uno de estos animales parece proyectar sus cualidades
y rasgos sobre sus dueños. Por ejemplo, de las armas de don Quijote se dice que
quería « limpiarlas de manera que lo fuesen más que un armiño » (34). El
armiño, una criatura de la familia de los mustélidos, es un animal blanco,
símbolo de pureza y de nobleza; su utilización en el texto de Cervantes no es
fortuita, su inclusión nos indica las intenciones excelsas de don Quijote. Mi
exposición enfocará cómo el proceso de creación literaria se sirve de las
imágenes tradicionales y populares de los animales para ayudar al autor a crear
personajes que el receptor pueda comprender a través de los rasgos animales.
Coral Velázquez Alvarado
(Universidad Nacional Autónoma de México), “Homicidas, adúlteros y sabios. Los simios
en tres cuentos de fin de siècle”
A
finales del siglo xix, la ciencia
cobraba gran importancia en el discurso, en especial los estudios médicos
hacían eco en el análisis de casos criminales. De modo tal que se crearon ramas
especializadas como la frenología, las cuales dedicaron sus esfuerzos a
determinar las características físicas y fisiológicas que determinaban a sus
ejecutores. Asimismo, en el estudio antropológico trató de determinarse por qué
las culturas decaen o no progresan nunca, qué de especial tienen los sujetos
pertenecientes a ellas.
Bajo
este influjo los literatos crearon formas novedosas de narrar casos clínicos y
policiacos en los que sus protagonistas son minorías y aislados sociales. Sin
embargo, existen también aquellos que llevaron su pluma más allá, con finales
sorpresivos lograron humanizar lo imposible en una época de razón y progreso:
la animalidad; esto por medio de algunos de los animales más cercanos al hombre
en la categoría de primates, los grandes simios.
El
objeto de la presente ponencia es el análisis de los discursos en torno a estas
figuras incluidas en los relatos “The Murders in the Rue Morgue” (Edgar Allan
Poe), “Yzur” (LeopoldoLugones) y “Un adulterio” (Ciro B. Ceballos), que aunque
de distintas especies siempre presentan el común denominador del discurso
circulante en la época, además de su retrato como raza atrasada, pero con
capacidades de pensamiento.
Márcia Seabra
Neves (Universidad Nueva de Lisboa Portugal), “De la animalización
del hombre a la humanización del animal: para una lectura de la obra Ensayo
sobre la ceguera, de José Saramago"
De las últimas décadas del siglo XX hasta nuestros
días, hemos sido testigos de un cambio profundo en la relación entre el ser
humano y no humano, cada vez más concentrado en una supresión gradual de las
fronteras que desde siempre los han separado y en un cruce entre ambos. Este
acercamiento se ha reflejado, evidentemente, en términos de creación literaria,
donde cada vez más los escritores buscan equiparar nuevas formas de interacción
con la otredad animal, ya sea mediante el intercambio de sentidos y afectos
entre las dos especies, o mediante la indagación introspectiva de la propia
animalidad que nos constituye, a nosotros — los humanos.
José Saramago, escritor portugués galardonado con el
Premio Nobel de Literatura en 1998, fue uno de esos autores contemporáneos, que
además de reflexionar sobre la naturaleza ontológica del animal, también se
interrogó acerca de la esencia animalesca del ser humano. Se pretende, por lo
tanto, con este estudio, proceder a una lectura crítica e interpretativa de la
novela Ensayo sobre la ceguera, a fin
de investigar los procesos de ficción de la figuración de la animalidad
manifestados en la obra, destacando en particular los fenómenos de
animalización del hombre y de humanización del animal. Nos centraremos, por un
lado, en los procesos narrativos de bestialización del hombre que, despojado de
su alma racional, se sumerge en la animalidad más profunda, aproximándose de
aquello que Michel Foucault ha denominado grado
cero de la naturaleza humana. Por otro lado, analizaremos las estrategias
narrativas de reconocimiento ontológico del animal, dotado con la condición de
sujeto y con una subjetividad propia.
MESA 9: Equinos cabalgando en el campo literario
Francisco
Javier Cárdenas Ramírez (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), “El
Libro de Albeytería de Juan Suárez de Peralta, primer tratado
novohispano de veterinaria"
Como
es bien conocido, Cristóbal Colón introdujo al Nuevo Mundo el caballo pues
algunos nobles que lo acompañaban en sus expediciones bajaron con estas bestias
el 12 de marzo de 1492 a la isla La Española. Tiempo después Hernán Cortés y
sus soldados, en plena conquista, hacen uso de este animal como herramienta
bélica para ganar militarmente Tenochtitlan. Con esto y acabada la conquista se
introduce a las Indias Occidentales la cultura europea de la ganadería y
albeitería.
En esta comunicación pretendo exponer el
primer tratado de albeitería de la Nueva España, el cual fue escrito por el
criollo Juan Suárez de Peralta (1537.1590?), más conocido por su Tratado del descubrimiento de las Indias y
su Conquista. En primer lugar comentaré la proliferación de tratados de
albeitería en España en el siglo XVI; después indicaré cuatro puntos
importantes: 1) quién fue Juan Suárez de Peralta; 2) qué contenido temático
tiene el tratado; 3) a quién va dirigido y qué finalidad tiene, y 4) los
humores y la complexión de los caballos según el criollo Suárez de Peralta. Los
tres primeros puntos de manera breve; el cuarto más extenso.
Con esto pretendo ubicar al caballo en
Nueva España como un animal sumamente importante que formaba parte del paisaje
de la grandeza mexicana que describió Bernardo de Balbuena en 1604, y como un
animal que generó, gracias al cuidado y al amor de Suárez de Peralta, una
primera y aproximada ciencia veterinaria novohispana.
Rafael
Rodríguez Victoria (Universidad Nacional Autónoma de México), “Locura
a caballo entre dos novelas Rocinante de Avellaneda y Rocinante de Cervantes”
De acuerdo con los críticos Américo Castro y
Stephen Gilman, Avellaneda (o quien se haya ocultado tras dicha identidad), con
su versión de la segunda parte del Quijote, intentó increpar y minimizar
la prosa cervantina y a Cervantes mismo. Alonso Fernández, en el Prólogo a su
novela, declara haber escrito una obra distinta como de “opuesto humor también
al suyo”. Podría decirse que ambas obras, la primera parte del Quijote y
su continuación “apócrifa”, son estética e ideológicamente opuestas. Dicha
oposición puede ser criticada, teniendo como punto de partida al personaje de
Rocinante. El caballo del Ingenioso Hidalgo, para Cervantes, tiene cabida en la
sátira de la literatura de caballerías; pero, relacionado a la locura del
Caballero de la Triste Figura, ocupa un lugar nada despreciable en la
configuración del personaje, en su ética y moral, así como en la visión de
mundo de la novela entera. En cambio, para Avellaneda, Rocinante es una pieza
funcional en el desarrollo de la historia, la sátira de la literatura de
caballerías, símbolo útil para atacar veladamente a Saavedra y, sobre todo, es
uno de los medios con los que da cause a un compromiso ético y moral explícito
en el prólogo y plausible a lo largo de la obra: escarmentar la locura del
Caballero Desamorado. De tal manera que, la representación de Rocinante
asociado a la locura de personaje, en la primera parte del Quijote de
Cervantes y la segunda parte de Avellaneda, es evidencia de dos visiones de
mundo opuestas.
Libertad Paredes Monleón (Universidad
Nacional Autónoma de México), “Función y significado del devenir Rocinante de Don Quijote en la
primera parte de El Quijote”
Esta propuesta de investigación tiene como objeto de estudio el análisis de
la simbólica alianza entre Rocinante y don Quijote para dilucidar su función y
sentido en las acciones del caballero andante. Devenir animal, desde los
planteamientos de Deleuze y Guatari,[1]
significa una unión simbólica y compleja entre el animal y el ser narrados, que
no se limita a la simple semejanza o correspondencia de relaciones, sino que
alcanza un nivel dinámico, creador y real en que se forma un pacto con
significaciones únicas. Desde un orden simbólico de entendimiento podemos estudiar entonces la
personificación de Rocinante y la animalización de don Quijote, cuya alianza
resulta un elemento clave para comprender la dimensión
erótica del protagonista, así como el sentido incierto de su camino, el cual se
va tejiendo con la voluntad de Rocinante, esa “dura estrella” que conduce al
caballero andante y lo contagia a reinventarse, a ponerse en duda. Para comprender esta
problemática revisaré, principalmente, el episodio de
Rocinante con las yeguas, el cual se desarrolla en el capítulo xv y sirve como preludio al capítulo xvi, en el que don Quijote se encuentra
sexualmente con Maritornes en la venta de Juan Palomeque el Zurdo
Libertad Estrada Rubio (Universidad
Nacional Autónoma de México), “Vidas equinas desde la mirada de Ángel de
Campo y Alberto Leduc”
Analizaré
dos relatos protagonizados por caballos: “Gladiator” de Ángel de Campo
(publicado en el libro Ocios y apuntes de
1890) y “Azabache” de Alberto Leduc (editado en La Gaceta. Semanario Ilustrado en 1908). Tanto De Campo como Leduc
fueron narradores capaces de comprender el sufrimiento de los seres marginados
por el entorno urbano (personas de estrato socioeconómico bajo, niños y
animales). Las obras seleccionadas tratan sobre dos hermosos e inteligentes
equinos a los que la vida y la sociedad poco a poco dejaron de sonreírles.
Gladiator y Azabache, acostumbrados a los cuidados procurados por la gente del
hipódromo y de la milicia, respectivamente, con el tiempo dejaron de ser útiles
en sus faenas porque empezaron a envejecer. Sus músculos ya no eran tan ágiles,
su piel ya no era tan lustrosa y fueron vendidos. Azabache, en ese momento
conocido como Zopilote, comenzó a trabajar como bestia de carga en una carroza
fúnebre, mientras que Gladiator, ahora renombrado Zopenco ex Gladiator, después
de transportar alfalfa, fue comprado para un espectáculo taurino de rejoneo.
Las descripciones cobran una especial importancia en ambos textos, pues a
través de ellas se refuerza la idea de la decadencia de la vida de los animales
que el narrador intenta transmitir. La muerte dolorosa, injusta y triste,
sorprende a nuestros héroes cuadrúpedos; destaca la crueldad de las escenas de
“Gladiator” y se debe a que responden a una perspectiva estética con tintes
naturalistas. En “Azabache” las topografías de la playa y la prosopografía del
protagonista revelan la sensibilidad artística del modernismo de matiz
decadente porque emanan la melancolía de la muerte y la pestilencia de los
cadáveres que transportaba el caballo. Al final, aunque de diferente manera,
ambas narraciones reflexionan sobre la ingratitud, la falta de compasión y el
salvajismo de los seres supuestamente racionales.
MESA 10: Animales especulares
José Luis Franco Tizcareño
(Universidad Nacional Autónoma de México), “La ambigüedad en el
discurso moralizante medieval. Un ejemplo: las hormigas, de san Isidoro de
Sevilla a don Juan Manuel”
Los animales en la Edad Media constituyen una fuente se saberes de gran
importancia debido a la simbología y los mitos que representan en su relación
con el hombre. Si bien su prestigio proviene de las fábulas en la antigüedad,
todo aquello que se diga o se piense de un animal es digno de estudio porque en
el medievo tiene una proyección bíblica. Dios es el creador de todas las cosas.
El objetivo de este trabajo es mostrar mediante un breve análisis la ambigüedad
en el discurso moralizante y didáctico sobre las hormigas en la literatura
ejemplar de la baja Edad Media. En realidad, se trata de observar en distintos
textos, que van de san Isidoro de Sevilla hasta don Juan Manuel y algunos
bestiarios, cómo estos diminutos animales sirven para señalar tanto el bien
como el mal. Como se sabe, la didáctica ex contrario es una de las formas de
enseñanza más aplicadas.
En el imaginario medieval existen tres tipos de animales, los que ayudan
al hombre y por lo tanto se distinguen por sus buenas obras; los que son
perversos y se les asocia con el mal, representan todo lo contrario a la
voluntad de Dios; y los ambiguos, es decir, aquellos cuya función simbólica
puede estar tanto del lado del bien como del mal. Éste es el caso de las
hormigas que como veremos se les asocia con la inteligencia, son previsoras,
pero a la vez, son egoístas, capaces de burlarse de la desgracia ajena y con
ello pierden toda unidad con la ideología cristiana que es la religión
dominante medieval. La finalidad es mostrar el tipo de argumentos relativos a
la ambigüedad y su carácter probatorio en la literatura ejemplar que también busca
deleitar enseñando.
Penélope
Marcela Fernández Izaguirre (Universidad Nacional Autónoma de México),
"«Hasta su propia figura resulta en todo como la de un León»: el león en
la semántica heráldica y fisiognómica del Libro de Alexandre”
Las
copiosas estrofas del Libro de Alexandre,
escritas en cuaderna vía y que se incluyen en la escuela poética denominada Mester de Clerecía, adhieren al relato
mítico frecuentes alusiones zoológicas, así, entre las más de treinta especies
que se nombran, el león ocupa un lugar destacado que se intuye por el número de
veces en las que el anónimo autor se ocupa de este animal. En este sentido, es
evidente que la inclusión del félido en la narración aporta conocimiento sobre
las características físicas, psicológicas e ideológicas del personaje de Alejandro
Magno: fortaleza, valor, poder, majestad, nobleza, coraje y soberbia. En los
actos y vida medievalizada del rey macedonio se perciben similitudes
con la parte simbólica del rey de la selva. En este sentido, con esta
comunicación pretendo acceder al significado del león en el contexto de este relato
del siglo XIII, para lo cual enfatizaré, por un lado, su presencia en el diseño
de la heráldica y, por otro lado, su importancia en la descripción fisiognómica
del protagonista.
Mariel Aldonza Palma Villaverde (Universidad
Nacional Autónoma de México), "«Que yo faré quanto pueda por ser atán
fermosa»: Algunas consideraciones entorno al uso de pieles de animales en el Libro
de Buen Amor y La Celestina”
En la baja Edad Media el uso de pieles de animales era constitutivo para la
hechura y adorno de los vestidos. Estas pieles van desde pellejos hasta
refinados pelajes que daban a quien lo portaba un símbolo de poder y de
prosperidad económica.
Así como en la actualidad, el vestido era una vena
importantísima en la vida social; por eso, la gente de la época empeñaba o
gastaba cuantiosas fortunas con tal de tener tal o cual atuendo.
El objetivo de esta comunicación, pues, será analizar
este comportamiento extremo a partir del uso de un refrán en La Celestina y de la fábula del pavón y
de la corneja en El libro de Buen Amor.
En ambos textos, la piel de un animal se usa como metáfora de la envidia o la
codicia que puede generar el uso de ciertos atavíos.
[1] Gilles Deleuze y Félix Guatari, “Devenir-intenso, devenir-animal,
devenir-imperceptible”, Mil mesetas.
Capitalismo y esquizofrenia, trad. José Vázquez Pérez, Pre-textos,
Valencia, 2004, pp. 239-217.
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